Los llamamientos a votar por el ganador de la primera vuelta presidencial francesa, el socioliberal Emmanuel Macron, se sucedieron ayer para impedir un triunfo de la ultraderechista Marine Le Pen en la cita definitiva del 7 de mayo. A la cabeza de todos ellos, el presidente de la República, el socialista François Hollande, quien en una solemne alocución televisada afirmó: "Frente a los riesgos que supondría la victoria de Le Pen no sirve callarse o refugiarse en la indiferencia. Hay que movilizarse. Votaré por Emmanuel Macron".

Los resultados definitivos de los comicios del domingo no se conocieron hasta mediada la jornada de ayer. Con una participación del 77,77%, Macron obtuvo el 24,01% de los votos, seguido de Le Pen (21,30%), el conservador François Fillon (20,01) y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (19,58%). El socialista Benoît Hamon confirmó su descalabro, con tan solo el 6,36% de los sufragios.

Le Pen no tardó en reaccionar a la llamada de Hollande, que se suma a las ya lanzadas el domingo por Hamon, Fillon y su primer ministro, Bernard Cazeneuve, y a las emitidas ayer mismo por el primer sindicato del país (CFDT) o la patronal. "Hay un viejo frente republicano podrido, que ya nadie quiere", denunció Le Pen, "y su meta es aliarse con Macron".

"Ya lo dijo Fillon", prosiguió Le Pen, "Macron es el bebé de Hollande". Para la líder ultraderechista, quien anunció que aparcará temporalmente la presidencia del Frente Nacional para intentar ser "la presidenta de todos los franceses", son muchos los dirigente de Los Republicanos (LR) que no comparten la posición de Fillon a favor de Macron. Sin embargo, poco después la cúpula de LR llamó a votar contra Le Pen, aunque sin hacer mención explícita a Macron. Fillon, por su parte, renunció a participar en las legislativas de junio por estimar que su derrota le priva de legitimidad.

No acabaron ahí los ataques de Le Pen, que no quiere perder el tiempo después de haber elevado el techo del FN hasta los 7,68 millones de votos. La ultraderechista advirtió a los franceses que Macron no podrá protegerles por su "debilidad" frente al terrorismo yihadista.

El apoyo que Macron sigue sin tener es el del izquierdista Mélenchon, que someterá la decisión a consulta de las 450.000 personas que conforman sus bases desde hoy hasta el viernes. La consulta incluirá tres posibilidades: apoyo a Macron, voto en blanco o abstención, pero no la posibilidad de un voto a Le Pen.

Junto al paso a la segunda vuelta de Le Pen y la exclusión del gaullista Fillon, el hundimiento del socialista Hamon propició ayer muchos análisis. Su rival en las primarias, el ex primer ministro Manuel Valls, consideró que se cierra un ciclo para el PS: "Entramos en una fase de descomposición. (...) Es el fin de una historia. Desde 1992 y el referendo de Maastricht no hemos aprendido la lección".

La Comisión Europea (CE), que no suele mezclarse en asuntos internos, mostró su apoyo a Macron, aunque aseguró que no hará campaña por él. Para la CE, Le Pen busca "la destrucción de Europa".