La fiesta en una "brasserie" de París con la que Emmanuel Macron celebró el domingo por la noche, rodeado de celebridades, su paso a la segunda vuelta de las presidenciales francesas le ha valido su primera polémica antes de la ronda final que se ha fijado para el próximo 7 de mayo.

Las fotos de un Macron triunfal rodeado de rostros conocidos no tardaron en ser comparadas con la velada organizada por el expresidente Nicolas Sarkozy en el lujoso restaurante "Fouquet's" el 6 de mayo de 2007, día de su victoria. Macron fue criticado además por celebrar una fiesta pese a que la ultraderecha también pasa a la final.

"No habéis entendido nada. (...) No creo que en el WFouquet'sW hubiera muchas secretarias, agentes de seguridad. Ese entorno parisino no me tiene que dar ninguna lección", se defendió ayer el aspirante