El socioliberal Emmanuel Macron se ha impuesto en la la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesaselecciones presidenciales francesas con el 23,86 % de los votos, sacando casi 2,5 puntos porcentuales de ventaja a la ultraderechista Marine Le Pen (21,43 %), con la que se disputará el Elíseo el próximo 7 de mayo. Macron es favorito en esta segunda vuelta al recibir ya los apoyos del conservador François Fillon y del socialista Benoît Hamon, que han registrado un batazazo histórico.

Hamon fue el primero en dar la cara tras conocerse los sondeos a pie de urna y reconoció el "desastre" de su candidatura y pidió el voto para Emmanuel Macron. Según explicó, ahora es momento de establecer "una distinción clara entre un adversario político y una enemiga de la República".

También ve "clara" la decisión el primer ministro, Bernard Cazeneuve. "La presencia de una candidata de extrema derecha en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, 15 años después del impacto de abril de 2002, hace necesaria una posición clara y fuerte de todos los republicanos", afirmó en un comunicado. Por ello, "llamo solemnemente a votar a Emmanuel Macron en la segunda vuelta".

Otros miembros del Gobierno, como el ministro de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, también salieron en apoyo del antiguo titular de Economía. "Toda la izquierda, todos los republicanos deben movilizarse para votar por Macron, por Francia, por la República, por Europa", afirmó Ayrault.

Por su parte, el ex primer ministro Manuel Valls, que vio truncadas sus aspiraciones de llegar al Elíseo en las primarias socialistas, reiteró su respaldo a Macron, que ya adelantó hace unas semanas. "Cada uno debe medir la gravedad del momento y hacer todo lo posible para unir. Por Francia", escribió en su Twitter. "Hay que garantizar una gran derrota de la extrema derecha el 7 de mayo", agregó.

Apoyo conservador

Por su parte, el candidato presidencial de Los Republicanos, François Fillon, se pronunció claramente tras el cierre de los colegios. "No hay otra opción que votar en contra de la extrema derecha. Votaré, por tanto, a favor de Emmanuel Macron", ha anunciado, en una comparecencia en la que alertó de que "el extremismo sólo puede traer desgracia y división a Francia".

El ex primer ministro Alain Juppé, que perdió en la segunda vuelta de las primarias frente a Fillon, llamó a bloquear a "la extrema derecha que conduciría a Francia al desastre". "Sin dudar, opto esta noche por dar mi apoyo a Emmanuel Macron", aseguró.

Jean-Pierre Raffarin, jefe de Gobierno con Jacques Chirac, llamó igualmente a "unirse detrás de Emmanuel Macron" ante la "mala noticia" que han dado las urnas, según declaraciones a France 2. La ola de apoyos a Macron también llegó hasta la época de Nicolas Sarkozy, con voces como las de los exministros Christian Estrosi y François Baroin.

Le Pen tantea a Fillon y a Mélenchon

El partido ultraderechista Frente Nacional ha revelado este lunes que, de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, en la que su candidata, Marine Le Pen, competirá con el independiente Emmanuel Macron por el Elíseo, pretende sumar a los votantes de Fillon y del izquierdista Jean-Luc Mélenchon.

Nicholas Bay, del Frente Nacional, ha declarado en una entrevista concedida a BFMTV que el objetivo del Frente Nacional es "reunir a todos los franceses en torno al proyecto político de Marine Le Pen", en concreto, a quienes votaron por Fillon, Mélenchon y Nicolas Dupont-Aignan, de tendencia nacionalista.

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Marine Le Pen celebra el resultado de las elecciones

Marine Le Pen celebra el resultado de las elecciones.

Sobre la posibilidad de que los simpatizantes de Fillon y Dupont-Aignan opten por el Frente Nacional, Bay ha argumentado que, "para quienes durante la campaña han dicho que hace falta una alternativa de derecha para hacer frente a (François) Hollande y Macron", no queda más remedio que votar por Le Pen.

En cuanto a Mélenchon, ha apelado a la coincidencia con Le Pen, pese a encontrarse en extremos opuestos, en materia económica, indicando que los votantes del líder izquierdista tampoco quieren "una mundialización ultraliberal".