La ministra de Interior de Reino Unido, Amber Rudd, ha sugerido que el país podría abandonar también la Oficina de Policía Europea (Europol) y llevarse toda la información británica si tras el Brexit no logra un acuerdo satisfactorio con la UE sobre seguridad.

Rudd ha subrayado que el acuerdo de retirada que Londres y Bruselas deben cerrar en el plazo máximo de dos años, a contar desde este miércoles, cuando Reino Unido ha activado el artículo 50 del Tratado de Lisboa, debe incluir un apartado sobre seguridad.

La titular de Interior ha aclarado que la seguridad no será objeto de "comercio" en las negociaciones con la UE y ha incidido en que mantener la cooperación en materia de lucha contra el crimen y el terrorismo es beneficioso para ambas partes.

Reino Unido tiene la opción de, una vez abandone la UE, seguir en Europol como país asociado, estatus que ya tienen, entre otros, Australia, Canadá y Colombia, pero Rudd ha sostenido que, de no lograr un acuerdo que satisfaga a Londres, romperán también con Europol.

"Lo que necesitamos es tener una relación con Europol que nos permita un acceso igualitario", ha dicho en una entrevista concedida a Sky News. "Necesitamos un acuerdo con Europol que nos garantice que seguiremos aportando y recibiendo", ha enfatizado.

La primera ministra Theresa May también se refirió a la cuestión de la seguridad en la carta enviada a la UE. En ella, expresa la voluntad británica de llegar a una "alianza profunda y especial entre el Reino Unido y la UE", que tenga en cuenta la "cooperación en materia económica y de seguridad".

La UE rechaza negociar ahora un acuerdo comercial

Mientras tanto, el Parlamento Europeo presentó este miércoles las que serán sus 'líneas rojas' para pactar las condiciones de la salida de Reino Unido, un acuerdo en cuya negociación no participará directamente pero sobre el que sí tendrá poder de bloqueo cuando sea concluido.

Los principales grupos han pactado un borrador de resolución que será sometido al pleno del Parlamento Europeo el próximo miércoles en Estrasburgo (Francia) y que, de ser confirmado, será la "base para evaluar" las negociaciones entre Londres y Bruselas.

El texto del Parlamento Europeo responde de manera directa a una de las aspiraciones fundamentales de Londres, que es negociar un acuerdo comercial en paralelo a las conversaciones de salida.

La Eurocámara advierte de que esa eventual negociación paralela iría "en contra" de los Tratados y sólo contempla discutir sobre un arreglo transitorio que cubra el lapso entre la salida del país y la negociación de un acuerdo comercial.

Ese periodo transitorio deberá estar "estrictamente limitado" en el tiempo y no exceder los tres años, según ha explicado el jefe negociador de la Eurocámara para el 'Brexit', el liberal belga Guy Verhofstad. Además, su alcance no podrá ser nunca equiparable a las condiciones que ofrece ser miembro de la Unión Europea.

"Nunca podrá ser mejor estar fuera de la Unión Europea que dentro. No es una cuestión de venganza o castigo, es la lógica de la Unión", han recalcado en la rueda de prensa los representantes de la Eurocámara, para advertir de que sea cuál sea el pacto negociado no podrá suponer más ventajas que ser miembro de pleno derecho de la UE.

La advertencia de Merkel

Además, la canciller alemana, Angela Merkel, destacó que uno de los puntos esenciales para el Gobierno alemán es que se negocie en primer lugar un acuerdo sobre la salida de Reino Unido del bloque y que "sólo cuando esto se resuelva", se empiece a hablar sobre la "relación futura".

Merkel señaló también que Alemania desea que Londres siga siendo un "socio estrecho" de la UE porque Reino Unido es "parte de Europa" y tiene "mucho" en común con el resto del continente, empezando por los "valores".

"La UE es una historia de éxito única y lo sigue siendo tras la salida de Reino Unido", subrayó.

Merkel ha reconocido que la salida el Reino Unidos de la UE, "es un día que hubiésemos deseado que nunca hubiese llegado". No obstante, ha subrayado que también supone "un nuevo punto de partida" para la UE.

"Alemania y otros países miembro de la UE hubiésemos deseado que este día nunca hubiese llegado. Perdemos a un socio fuerte e importante", ha dicho Merkel en declaraciones a la prensa después de que el Gobierno británico invocara el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

Merkel ha admitido que esta salida, la primera de un país miembro de la UE, plaga de incertidumbre la región, por lo que ha prometido "trabajar intensamente para garantizar que el efecto en la rutina diaria de la gente sea el mínimo posible".