El presidente francés, François Hollande, pidió ayer a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que no desprecie a París, tras unas declaraciones en las que el magnate aseguró que la capital francesa ha perdido atractivo a causa de los atentados yihadistas. "Nunca es bueno mostrar el más mínimo desprecio con un país amigo", aseguró Hollande cuando le preguntaron sobre las palabras de Trump.

En un mitin, el presidente de EE UU citó a un amigo, visitante habitual de la capital francesa, que le había dicho que "París ya no es París". De esta forma, juzgada burda por los medios franceses, Trump pretendía justificar su política migratoria antiislámica, destinada, según él, a evitar la entrada de yihadistas en EE UU.

Hollande aseguró que él podría criticar también las masacres perpetradas en EE UU por estadounidenses. "No haré la comparación, pero aquí no hay libre circulación de armas y no hay personas que disparen contra la gente indiscriminadamente", dijo.

Entre tanto, el magnate, enfrascado en una dura guerra con la prensa y las agencias de inteligencia, llamó a sus simpatizantes a convocar una marcha en su favor. "A lo mejor los millones de personas que votaron para 'Hacer a América grande otra vez' podrían convocar su propia marcha", escribió. "¡Sería la marcha más numerosa de todas!", remachó. Esta última frase ha sido interpretada como una clara alusión a la Marcha de las Mujeres que, al día siguiente de su investidura, reunió a entre dos y tres millones de personas en todo el país.