El jefe del batallón "Somalí" de las fuerzas rebeldes prorrusa de Donetsk -en la cuenca ucraniana del Donbass- fue muerto ayer en un atentado con bomba cuando se encontraba en su despacho. El pasado sábado el comandante de las milicias de Lugansk, el otro ente separatista rebelde, murió al estallar una bomba colocada en su vehículo. La muerte de ambos jefes militares se relaciona con la escalada de tensión que vive Ucrania desde la pasada semana y ha sido atribuida por prorrusos y ucranianos a comandos especiales del bando enemigo.