La canciller alemana, Angela Merkel, se pronunció en contra del veto temporal impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la entrada en el país de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.

Merkel "está convencida de que la guerra decidida contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generalizada a personas en función de una determinada procedencia o religión", indicó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.

El Ejecutivo de Berlín "estudiará ahora qué consecuencias tienen esas medidas para ciudadanos alemanes con doble nacionalidad", prosiguió el portavoz, según el cual la propia Merkel expresó esa posición ante Trump en la conversación mantenida por los dos líderes.

El veto a ciudadanos de varios países de mayoría musulmana afectará, según el semanario Der Spiegel, al vicepresidente del grupo de diputados atlantistas del Bundestag (Parlamento federal), de origen iraní, Omig Nouripour.

Diputado y miembro de Los Verdes, Nouripour, está entre las decenas de miles de alemanes con doble nacionalidad que, de acuerdo a ese decreto, no podrían viajar temporalmente a Estados Unidos.

La declaración oficial sigue al comunicado conjunto emitido, al término de ese contacto telefónico, el primero entre los dos mandatarios desde la llegada al poder de Trump y en el que se destacaba la coincidencia en la "importancia fundamental" que ambos dan a la OTAN

En el texto se mencionaban diversas cuestiones que trataron Trump y Merkel, desde la situación en Oriente Medio, el norte de África, las relaciones con Rusia y el conflicto ucraniano, así como su determinación a cooperar más estrechamente en la lucha contra el terrorismo internacional.

Se destacaba, además, la invitación de Merkel a Trump a asistir a la cumbre del G20, que se celebrará el próximo mes de julio en Hamburgo, y la cursada por el presidente estadounidense a la canciller para visitar Washington, sin concretarse una fecha.

El comunicado consensuado no contenía, sin embargo, alusión alguna al decreto dictado ese mismo día por Trump relativo a los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana ni tampoco a la política migratoria.

Pocos días antes de asumir el cargo de presidente, Trump había tachado de "error catastrófico" la política frente a los refugiados de la canciller, en una entrevista al diario alemán Bild, donde asimismo calificó a la OTAN de organización "obsoleta".

Reino Unido, conmocionado

El decreto ley del presidente de EEUU ha provocado las críticas del Gobierno británico, que lo ha calificado de "divisorio" y "equivocado".

Además, la primera ministra británica, Theresa May, ordenó hoy a sus ministros de Exteriores e Interior, Boris Johnson y Amber Rudd, respectivamente, que hablen por teléfono con sus colegas de EE.UU. para evaluar el impacto de las medidas en refugiados e inmigrantes y en los británicos con doble nacionalidad de los países afectados.

La medida de Trump suspende tanto la entrada de todos los refugiados durante 120 días como la concesión durante 90 días de visados a ciudadanos con pasaportes de Libia, Sudán, Irak, Somalia, Siria, Yemen e Irán, países con historial terrorista.

Además del Gobierno de Theresa May, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer musulmán en llegar a la alcaldía de esta capital, y los políticos de la oposición criticaron la medida unilateral de Trump, destinada, a su juicio, a combatir el terrorismo yihadista.

En Reino Unido -tradicional aliado de EEUU y con una importante inmigración de los países vetados-, la reacción del Gobierno contra la nueva política migratoria llegó este domingo después de que May recibiese críticas por su negativa inicial a no pronunciarse contra Trump.

Durante una conferencia de prensa el sábado en Turquía, la "premier", que vio el viernes a Trump en Washington, se limitó a decir que la política de inmigración de Estados Unidos era un asunto de ese país.

Sin embargo, ante las críticas, la residencia de Downing Street reconoció este domingo que el Gobierno no estaba de acuerdo con el decreto ley y que estudiaría sus efectos en sus ciudadanos.

Desde el Foreign Office, en Londres, Boris Johnson respondió advirtiendo de que Londres protegerá "los derechos y libertades de los nacionales del Reino Unido, aquí y en el extranjero. Es divisorio y equivocado estigmatizar por la nacionalidad".

Sadiq Khan, a través de su cuenta de Twitter, calificó la ley de "vergonzosa" y "cruel" y consideró que perjudica "los valores de libertad y tolerancia sobre los que EE.UU. ha sido construido".

May fue recibida por Trump este viernes para abordar asuntos de interés común, especialmente la intención de los dos países de alcanzar un acuerdo comercial una vez que el Reino Unido salga de la Unión Europea (UE), previsiblemente en la primavera de 2019.

Para relanzar lo que Londres llama la "relación especial" entre los dos países, May invitó a Trump a realizar una visita oficial al Reino Unido este año para reunirse con la reina Isabel II.

Sin embargo, los partidos de la oposición han empezado a exigir al Gobierno que se le retire a Trump esta invitación a la luz de la polémica medida migratoria, además de su plan para construir un muro a lo largo de la extensa frontera entre EE.UU. y México.

El líder laborista británico, Jeremy Corbyn, dijo hoy que la visita de Trump al Reino Unido debería ser cancelada hasta que se levante la nueva medida estadounidense contra los musulmanes.

En unas declaraciones a la cadena ITV, el líder del principal partido de la oposición británica señaló que no está de acuerdo con que se reciba al presidente de EE.UU. mientras se producen "estos horribles ataques contra los musulmanes".

Al mismo tiempo, una petición iniciada por el ciudadano británico Graham Guest, en la que se solicita se impida que Trump haga una visita al Reino Unido, ya ha reunido más de 290.000 firmas, una cifra que obliga a los diputados a debatirla en el Parlamento.

La medida del presidente afecta al reconocido atleta y campeón olímpico Sir Mo Farah, nacido en Somalia, pero con nacionalidad británica, que teme que no le dejen entrar en Estados Unidos, donde viven sus hijos y donde habitualmente entrena.

"El primero de enero de este año -declaró Farah-, Su Majestad la Reina me concedió el título de caballero. El 27 de enero, el presidente Donald Trump parece haberme convertido en un foráneo".