Marine Le Pen, líder de la ultraderecha francesa y candidata del Frente Nacional a las elecciones presidenciales de este año, ha defendido la necesidad de que Francia y el resto de países de la zona euro regresen a sus respectivas monedas nacionales, aunque ha señalado que estas estarían vinculadas a una estructura monetaria similar al ECU, predecesor del euro.

"El ECU existió junto a las monedas nacionales", apuntó Le Pen en declaraciones recogidas por Reuters en París, donde la líder de la ultraderecha gala defendió que esta convivencia no tendría consecuencias negativas para el día a día de los ciudadanos franceses.

Asimismo, Le Pen planteó que la deuda nacional francesa debería ser redenominada en la nueva moneda nacional del país.

El ECU era una cesta de monedas compuesta por la suma de cantidades fijas de 12 de las 15 monedas de los Estados miembros de la Unión Europea. El valor del ECU se calculaba como media ponderada del valor de las divisas que lo integraban. El 1 de enero de 1999 el euro sustituyó al ECU a la par.

Le Pen, "preparada y organizada" para llegar al Elíseo

La presidenta del partido ultraderechista francés aseguró que su formación está "preparada y organizada" para las elecciones de este año y para la etapa posterior en caso de victoria.

Según destacó en el día del pasado miércoles Le Pen durante la presentación de sus perspectivas para 2017, en los últimos meses se ha centrado en perfilar no solo su estrategia electoral, sino el quinquenio del mandato que espera conseguir en los comicios presidenciales de abril-mayo.

"Deseo una democracia renovada, en la que los referendos tengan un lugar importante y donde todos los poderes funcionen de forma más eficaz, cercana a los ciudadanos y sobre todo de manera menos costosa", indicó la líder de la extrema derecha francesa en la sede de su campaña en París.

Su proyecto electoral lo desvelará en detalle en la convención nacional que el FN celebrará los próximos 4 y 5 de febrero en Lyon (sureste de Francia), pero la candidata admitió hoy su convicción de que le ha llegado la hora "de entrar en batalla".

Ante una sala abarrotada de periodistas, Le Pen dijo querer ir al encuentro de todos los franceses "en este momento esencial de la vida democrática, en que se trata de elegir un nuevo presidente para Francia, o más bien, una nueva vía".

Una convención que su partido dedica mañana a la innovación y su multiplicación personal en los medios se van a sumar a más de una decena de mítines regionales a partir de finales de febrero y otros dos en Marsella y París, dos días antes de las elecciones de primavera.

Aunque no detalló su calendario, Le Pen recalcó hoy que su campaña se ha preparado "minuciosamente" y abordará "todos los temas esenciales para el país".

Como hace cinco años, una reducción drástica de la inmigración, la salida del euro, el proteccionismo económico o el restablecimiento de los controles en las fronteras nacionales articulan las ideas de Le Pen, con un discurso que dice estar alejado de las "recetas del márketing político".

Ayer, en una entrevista radio-televisada por "RMC" y "BFM TV", Marine Le Pen adelantó que si gana las elecciones renegociará la relación de su país como miembro de la Unión Europea (UE) para recuperar soberanía o que volverá a instaurar "una moneda nacional", que podría convivir con el euro.

El vicepresidente del FN, Florian Philippot, aseguró hoy que Le Pen "sabe dónde va y será capaz de unir a una mayoría de franceses en torno a esas convicciones".

Las encuestas señalan que la líder ultraderechista conseguirá pasar a la segunda ronda de las presidenciales del 7 de mayo, pero prevén que será derrotada después por el representante conservador, François Fillon.

El FN se mostró hoy convencido de que 2017 es el año en el que su partido va a ser capaz de romper el "techo de cristal" que en el pasado ha frenado su acceso al Elíseo, ante la falta de aliados en esa segunda vuelta.

"Vamos a tomar nuestro pequeño martillo y romperlo. Los franceses van a elegir entre un país bajo tutela de la UE, de fronteras abiertas a una inmigración masiva, y la protección económica y social. Es casi un referendo sobre una Francia libre o una bajo tutela", añadió Philippot.

Le Pen aseguró que está "contenta pero impaciente" por entrar de pleno en campaña porque es "una mujer de acción" y señaló que a corto plazo, durante este mes, "no hay una prioridad porque todo es importante".

"Frente a una política del postureo y de apariencias, mi candidatura tiene un rumbo, solidez. Tiene profundidad, voluntad y una determinación sin fisuras. Frente a este desorden, por mi parte hay una campaña ordenada para volver a poner Francia en orden", concluyó la candidata.