Al menos 25 personas murieron ayer y más de 40 resultaron heridas en un atentado dirigido contra el complejo eclesiástico en el que se levanta la catedral cristiana copta de El Cairo. Ningún grupo ha reivindicado todavía el ataque, perpetrado con una bomba cargada con 12 kilos de dinamita, pero el viernes seis policías perdieron la vida por la explosión de una bomba en la zona de las pirámides de Guiza, en el oeste de la capital egipcia, en una acción cuya autoría asumió el Movimiento Hasm, un grupo radical islamista casi desconocido.

El grupo se apresuró a negar cualquier vínculo con el atentado contra la iglesia copta. "Nuestro profeta (Mahoma) nos enseñó que incluso en el combate no matamos niños, ni mujeres, ni ancianos, ni a creyentes en su templo", aseguró el grupo en un comunicado cuya veracidad no pudo ser comprobada.

El artefacto estaba colocado en la puerta de la Iglesia de San Pedro, situada junto a la catedral copta de San Marcos y la sede del patriarca de la Iglesia ortodoxa copta, Teodoro II, en el barrio de Al Abasiya. La explosión tuvo lugar durante el transcurso de una misa en la que participaba un gran número de fieles, informó la misma fuente, que explicó que la entrada de la iglesia donde se colocó el explosivo, da a la transitada calle Ramsis y no al interior del complejo catedralicio.

Los atentados son una constante en Egipto desde el golpe de Estado que en 2013 derrocó al presidente Mursi en favor del militar Al Sisi.