El Gobierno acordó ayer solicitar autorización al Congreso para ampliar en 150 efectivos -125 soldados y 25 guardias civiles- el contingente de 300 militares que España tiene en Irak dedicados a instruir al ejército de ese país en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). La iniciativa implica aumentar un 50% el contingente, cuyo despliegue fue autorizado el 22 de octubre de 2014.

Según una nota de prensa del Ministerio de Defensa, en ningún caso los militares y guardias civiles españoles intervendrán en operaciones de combate sobre el terreno. El incremento de efectivos, según la fuente, persigue reforzar la formación del personal iraquí en la lucha contra artefactos explosivos improvisados y en desminado. España es pionera en esos ámbitos, pues alberga, en Hoyo de Manzanares (Madrid), el Centro de Excelencia de la OTAN de lucha contra este tipo de artefactos explosivos.

La autorización solicitada al Congreso tendría una validez de un año prorrogable, dependiendo la eventual prórroga de la evolución de la situación sobre el terreno y de las decisiones que se adopten, junto con los aliados de España, en el marco de las actividades de la coalición contra el EI y de la OTAN.