El Gobierno chino presentó hoy una protesta formal ante Estados Unidos por la conversación que mantuvieron este viernes el presidente electo de ese país, Donald Trump, y la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen.

Según informa la agencia oficial Xinhua, China ha urgido a Washington a mantener su compromiso con el principio de una "sola China", por el que se aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán a favor de Pekín. Además, el Ejecutivo chino pide a Washington que maneje de forma cuidadosa los asuntos relacionados con Taiwán para evitar que las relaciones bilaterales se vean dañadas.

La llamada se produce en un momento de tensiones entre Pekín y Taiwán tras la llegada al poder en enero de Tsai, del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP). Pekín ha elevado la presión sobre la isla cortando todos los contactos a nivel oficial para forzar a Tsai a reconocer que la isla es parte de China.

El equipo de transición de Trump informó en un comunicado que el presidente electo había hablado por teléfono con la mandataria taiwanesa, una llamada en la que ella felicitó al magnate por su victoria y ambos "señalaron los estrechos vínculos económicos, políticos y de seguridad existentes entre Taiwán y Estados Unidos".

La llamada entre Trump e Ing-wen obligó a la Casa Blanca a salir al paso para recordar que el único gobierno chino al que reconoce Washington desde 1979 es el de Pekín.

"Seguimos firmemente comprometidos con nuestra política de 'una sola China'", afirmó en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, Ned Price.

Según la CNN, ese pronunciamiento llegó después de que Pekín contactase con la Casa Blanca para pedir explicaciones sobre la comunicación con Taiwan.

Después de que estallase la polémica, el propio Trump quiso aclarar las circunstancias de la llamada con Ing-wen: "La presidenta de Taiwán me llamó hoy para felicitarme por ganar la Presidencia. ¡Gracias!".

"Es interesante cómo Estados Unidos vende millones de dólares a Taiwán en material militar, pero yo no debería aceptar una llamada de felicitación", agregó Trump, a través de su cuenta de Twitter.

El presidente electo se refirió así al contrato suscrito el año pasado por la Administración de Barack Obama por un valor de 1.830 millones de dólares y que incluyó dos fragatas, vehículos de asalto anfibio y misiles antitanque, entre otros equipos militares, para Taiwán, una venta que enfureció a Pekín.

El expresidente demócrata Jimmy Carter declaró formalmente a Pekín como el único gobierno de China en 1979, lo cual terminó las relaciones diplomáticas formales de los EEUU con Taiwán, donde Washington cerró su embajada al año siguiente.