La economía mundial expresó con movimientos convulsos su rechazo a Donald Trump apenas se conoció su victoria electoral, pero el inaudito todo moderado de la primera intervención pública del ya 45º presidente electo de Estados Unidos logró atemperar a las fuerzas globales del dinero. La sesión en los mercados comenzó con violentas sacudidas y terminó casi de forma plácida.

El triunfo del aspirante republicano a la Casa Blanca, el controvertido empresario y ultraproteccionista Donald Trump, desencadenó un escalofrío en la economía global que recorrió todos los mercados desde la madrugada, con caídas bruscas en las bolsas asiáticas (seguidas por las europeas y los futuros de acciones estadounidenses), fuerte volatilidad en los mercados cambiarios (con la apreciación del yen y en menor medida, del euro, y el fuerte castigo al peso mexicano y otras monedas de economías emergentes), repuntes en las primas de riesgo, apreciación del oro y otros activos refugio, y depreciación del petróleo.

El pánico incipiente, que en algún momento hizo temer la repetición de una jornada de fortísima crispación como la del 24 de junio, tras el referéndum británico que decidió el abandono de la UE por el Reino Unido, giró hacia una senda de progresivo sosiego a medida que se producía la primera intervención pública de Trump, ya proclamado vencedor de los comicios.

El insólito tono conciliador y amable de Trump, con expresa renuncia a las "hostilidades" y llamamientos al entendimiento, actuó de sedante, y desde ese mismo momento todos las gráficas que estaban recogiendo desplomes súbitos, en unos casos, y repuntes inquietantes en otros, tendieron a dulcificar su curva.

Las bolsas asiáticas y australianas ya no tuvieron tiempo para poner precio al novedoso tono moderado del nuevo dirigente electo de la mayor potencia del mundo y cerraron en negativo, con retrocesos en Tokio,Seúl,Hong Kong, Taipei,Singapur y Sidney entre el 5,3% y el 1,9 (Tokio había llegado a caer el 6%), mientras Shanghái y Shenzhen se dejaron el 0,62%.

Los parqués europeos abrieron con fuertes retrocesos generalizados pero se fueron amainando al compás de las palabras del magnate.Al final solo Madrid yMilán concluyeron en rojo. París ganó el 1,49%; Fráncfort, el 1,56 y Londres, el 1. Milán se dejó el 0,10 y el índice español Ibex 35 (el más castigado), el 0,40%. En España, Arcelor-Mittal (10,4%), Acerinox (5,7%) y ACS (5,2%) lideraron las subidas (los siderúrgicos, favorecidos por la amenaza de Trump de promover aranceles del 45% a los productos chinos), mientras que BBVA encabezó las caídas (-5,7%) por su alta exposición a México, el país que, conChina, ha recibido las mayores invectivas de Trump.

América no se libró de las tensiones. Los mercados de futuros sobre acciones estadounidenses registraron un importante "seísmo" en la madrugada europea (cayeron el 5%, más que tras el referéndum británico), pero la apertura de WallStreet tuvo desde sus primeros compases un tono positivo. Cerró con ganancias del 1,4% (índice Dow Jones) y del 1,11 (Basdaq).

En este comportamiento influyó la expectativa de que el proteccionismo beneficie a la industria nacional a corto plazo (otra cosa serán sus efectos de segunda vuelta) y el impulso de los sectores más favorecidos por las políticas preconizadas por el futuro presidente: constructoras (por el plan de obra pública comprometido), compañías que prestan servicios en presidios, farmacéuticas (la candidata demócrata, Hillary Clinton, pretendía abaratar los medicamentos de prescripción médica) e industria bélica tras el compromiso del republicano de elevar el gasto en Defensa.

Muy distinto fue el caso de la Bolsas de México,Argentina,Brasil y otros países latinoamericanos, que serán los más perjudicados previsiblemente por la futura política proteccionista y de barreras a la inmigración en Estados Unidos.

Por esta razón, el peso mexicano (expuesto a la amenaza de renegociación del tratado de libre comercioNafta, aranceles del 35%, expulsión de trabajadores irregulares de EEUU y construcción de un muro de 3.200 kilómetros en la frontera) llegó a derrumbarse el 15% (tocó mínimos frente al dólar) y cerró con una caída del 8%. El yen volvió a acreditarse como refugio y se revalorizó el 3,9% tras haber superado el 4%.

La condición de refugio también apreció el oro, que por la mañana llegó a remontar el 4,9%, aunque el cambio de percepción del mercado, y su tránsito del desasosiego al conformismo, invirtió la tendencia y el metal cerró cediendo el 0,13%.

El petróleo, que había caído de precio en la expectativa de los planes de relanzamiento de la producción estadounidense (Trump defiende las energías fósiles y niega el cambio climático, mientras su rival apoyaba las energías renovables) también se dio la vuelta: el crudo de tipo Brent, que retrocedía el 2%, acabó subiendo el 0,69%; y el Texas pasó de caer el 0,42% a encarecerse el 0,6%.

Es probable que estemos no ante una reconciliación de las fuerzas de la economía con el heterodoxo Trump sino ante una mera tregua a la espera de sus decisiones.

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