El grupo yihadista Estado Islámico (EI) está exigiendo a las familias de la ciudad iraquí de Mosul, que ocupa desde 2014 y sufre una ofensiva aliada desde hace dos semanas, que le entreguen a sus varones de más de 9 años para convertirlos en combatientes, según denunció ayer la ONU. El EI habría desplegado a niños y adolescentes suicidas en los barrios del este de la ciudad, de los que huyó a principios de esta semana tras la llegada de las fuerzas iraquíes. Naciones Unidas añadió que los yihadistas prosiguen las ejecuciones masivas en la ciudad y sus alrededores, donde esta semana podrían haber asesinado a unas 430 personas, entre ellas, medio centenar de sus propios militantes, señalaron desde la ONU.

Los yihadistas ejecutados el pasado lunes, en una base militar de Mosul, eran acusados de deserción, precisó la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Ravina Shamdasani. Otras 180 víctimas eran antiguos empleados públicos que fueron asesinados este miércoles por el EI antes de que este grupo se retirase de una localidad al este de Mosul.

Dentro de la ciudad misma, otras doscientas personas fueron ejecutadas sumariamente el mismo día, pero se carece de detalles sobre las circunstancias de este crimen.