El Estado Mayor del Ejército ruso anunció ayer una pausa, calificada de humanitaria, de ocho horas para el 20 de octubre en la segunda ciudad siria, Alepo, en la que tanto la aviación rusa como las tropas sirias cesarán el fuego contra los rebeldes. Al menos 50 personas murieron en las últimas 24 horas por bombardeos aéreos y de artillería en los barrios del este de la ciudad, sitiados por el ejército y controlados por la oposición, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONU consideró "positiva" la pausa anunciada por Rusia, pero aseguró que ese periodo es insuficiente para llevar ayuda a la población. "Obviamente es necesaria una pausa más larga para que los camiones puedan entrar", dijo el portavoz Stéphane Dujarric. Naciones Unidas reclama desde hace meses treguas semanales de 48 horas en Alepo para facilitar la entrega de ayuda, un llamamiento que ayer reiteró Dujarric.

Entre tanto, los ministros de Exteriores de la UE acordaron avanzar hacia el establecimiento de más sanciones contra personas y entidades próximos al régimen sirio y responsables de la represión en el país, y pidieron a Rusia frenar los "bombardeos indiscriminados", que pueden ser considerados "crímenes de guerra".