El primer ministro griego, Alexis Tsipras, salió ayer reforzado como líder de una nueva Syriza hecha a su medida y como jefe de un gobierno que la próxima semana deberá retomar la difícil negociación con los acreedores al comenzar una nueva evaluación del programa de rescate a Grecia. En el segundo congreso desde su fundación como partido, y el primero como fuerza en el Gobierno, Tsipras obtuvo un abrumador espaldarazo al ser reelegido con el 92,39% (en 2013 obtuvo el 74%) de los votos de los delegados. Antes, Syriza había acordado unas tesis políticas propuestas por la dirección que mantienen la ideología izquierdista del partido pero justifican rescate y recortes.