El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lanzó ayer duras críticas contra una resolución aprobada la víspera por el Consejo Ejecutivo de la Unesco, integrado por 57 países, en la que se niega cualquier vinculación entre el judaísmo y sus lugares santos en Jerusalén. El texto se refiere en concreto al espacio que los judíos conocen como Monte del Templo y los árabes como Explanada de las Mezquitas.

En ese lugar, según las tradiciones judías, estuvo levantado el templo de Salomón (destruido en el siglo VI a. de C. por Nabucodonosor II) y su sucesor, el templo de Herodes, destruido por el Imperio Romano en el año 70 después de Cristo, con la excepción de una de sus paredes laterales, que actualmente se conoce como Muro de las Lamentaciones. En ese mismo emplazamiento se encuentra la mezquita de Al Aqsa, que para los musulmanes es el tercero de sus lugares sagrados, después de las saudíes La Meca y Medina.

La resolución -criticada también por EE UU y por Israel, que ha anunciado su ruptura con la Unesco- fue aprobada por 24 países (entre ellos Palestina, Egipto, Argelia, Marruecos, Líbano, Omán, Catar y Sudán) y rechazada por seis (EE UU, Reino Unido, Alemania, Holanda, Lituania y Estonia). Otros 26 estados (Francia y España entre ellos) se abstuvieron.

La resolución condena las restricciones de acceso que establece Israel a esa zona -que ocupa desde 1967- a la que el texto solo se refiere como Mezquita de Al Aqsa, ignorando todas sus vinculaciones con el judaísmo.