El grupo yihadista Estado Islámico (EI) pretende el aislamiento del mundo a los habitantes de Mosul, situada en el norte de Irak, con el corte de todas las comunicaciones -internet, líneas telefónicas, antenas parabólicas-, ante la inminente ofensiva de las fuerzas gubernamentales para liberar la ciudad. La organización yihadista quiere evitar que los habitantes de la ciudad colaboren con las fuerzas de Bagdad, respaldadas por Estados Unidos, entregando información sobre las posiciones extremistas.