Rusia ejerció su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para bloquear una propuesta de resolución impulsada por Francia y España para exigir un alto el fuego en Siria. La propuesta alternativa rusa no logró los votos mínimos para ser aprobada.

El texto copatrocinado por Francia y España recibió once votos a favor, dos abstenciones y dos en contra, los de Venezuela y Rusia, uno de los cinco miembros permanentes del máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas que tienen poder de veto. Desde que estalló la guerra civil en Siria hace cinco años, es la quinta ocasión en la que Rusia ejerce ese derecho para bloquear un pronunciamiento del Consejo de Seguridad, pero también se trata de la primera vez que China opta por la abstención en lugar de votar en contra.

La propuesta francoespañola proponía un alto el fuego "inmediato" en Siria y "el fin de todos los bombardeos aéreos" en la ciudad de Alepo para evitar una "catástrofe humanitaria". "Está en juego el destino de Alepo y, sobre todo, la esperanza de acabar una guerra de consecuencias catastróficas que nos ponen en riesgo a todos", advierte el ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, quien acusa al régimen sirio "y a sus socios" rusos de estar "avivando a los terroristas". Su homólogo español, José Manuel García-Margallo, considera que la comunidad internacional "no está a la altura" y tendría que preguntarse qué ha hecho para evitar la tragedia humana que está produciéndose en Siria.

Para Margallo, la tragedia que se desarrolla en Alepo, donde se encuentran atrapadas 275.000 personas, entre ellas 100.000 niños, "es probablemente una de las mayores que se han producido en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial",

Rusia achaca su veto a la propuesta de resolución franco española a que en ella se culpa de la tensión solo al régimen sirio y trataba de proteger al grupo yihadista Frente al Nusra, ahora denominado Frente para la Conquista del Levante. "Ese texto manipulaba de manera flagrante la situación sobre el terreno y tenía un carácter politizado, desequilibrado y unilateral. Toda la culpa de la tensión en Siria recaía de manera infundada en las autoridades del país", señalaba ayer la Cancillería rusa .

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, niega que Estados Unidos combata "en serio" contra el Frente al Nusra y asegura que la muerte de uno de sus líderes en un ataque selectivo estadounidense fue solo un caso aislado.

Lavrov, constata que se está produciendo un empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos, "cambios radicales" que atribuye a la "agresiva rusofobia" que se ha instalado en el núcleo de la política exterior norteamericana, con "actos hostiles" como el despliegue de armamento cerca de Rusia y la imposición de sanciones."No se trata sólo de una rusofobia retórica, sino de pasos agresivos que afectan realmente a nuestros intereses y amenazan nuestra seguridad", asegura el ministro en una entrevista en la televisión pública rusa.