El partido oficialista Sueño Georgiano, liderado por el primer ministro de Georgia, Gueorgui Kvirikashvili, se perfila como el vencedor de las elecciones legislativas celebradas hoy en este país del Cáucaso, según los datos aportados por los sondeos.

En segunda lugar quedó el Movimiento Nacional Unido (MNU), liderado desde el exilio en Ucrania por el expresidente georgiano Mijail Saakashvili.

Los sondeos a pie de urna otorgaron la victoria a la formación gobernante en Georgia, al tiempo que las autoridades movilizaron un amplio dispositivo policial para evitar supuestos intentos de desestabilizar la situación por parte de los seguidores de Saakashvili.

Un 53 por ciento de los electores votó a favor de Sueño Georgiano, la formación en el poder desde 2012, mientras un 19,5 apoyó al principal partido opositor, según la compañía TNS.

Mientras, la encuesta realizada a la salida de los colegios por Rustavi-2, canal de televisión vinculado a Saakashvili, también concedía la victoria a Sueño Georgiano, aunque la diferencia con el MNU es mucho menor.

En el caso de la encuesta de GFK, el partido gobernante fue apoyado por un 39,9 por ciento de los electores, mientras un 32,7 por ciento respaldó a la formación de Saakashvili.

En ambas encuestas accede al Parlamento integrado por 150 diputados una tercera fuerza minoritaria, la Alianza de Patriotas, formación prorrusa que cuenta con el apoyo de la Iglesia Ortodoxa Georgiana y que logró por poco superar la barrera del 5 por ciento requerido.

Poco después de que se cerraran los colegios, el primer ministro y líder de Sueño Georgiano, Gueorgui Kvirikashvili, no dudó en proclamar la victoria al dirigirse a sus seguidores congregados frente a la sede del partido.

"Felicito a toda Georgia por esta gran victoria. Según los datos preliminares, lideramos y ganamos con una gran ventaja, pero esperemos los resultados de la comisión electoral", señaló.

También compareció en el acto el multimillonario y fundador de Sueño Georgiano, Bidzin Ivanishvili, quien aseguró que el pueblo georgiano había hecho la elección correcta.

Aunque los sondeos les son desfavorables, el cabeza de lista del MNU y expresidente del Parlamento, David Bakradze, no admitió la derrota y subrayó que aún había que esperar al escrutinio, cuyos primeros resultados se conocerán durante la madrugada. "Estoy seguro de que las cifras cambiarán y nuestro partido logrará la victoria", dijo.

Las autoridades informaron de que la jornada electoral transcurrió de manera pacífica, con la excepción de algún incidente aislado protagonizado por partidarios del MNU.

Días antes de la votación, el Gobierno acusó a Saakashvili, que es reclamado por la Justicia por abuso de poder y corrupción, de intentar sabotear los comicios y planear disturbios postelectorales en caso de derrota, aunque él lo negó rotundamente.

Saakashvili abandonó Georgia tras la victoria del candidato opositor en las elecciones presidenciales de 2013 y, después de exiliarse en EEUU, recibió el pasado año la ciudadanía ucraniana e incluso sonó como candidato a primer ministro en su país de adopción.

Más de tres millones y medio de georgianos fueron llamados a las urnas en unas elecciones en las que 77 escaños se repartían por listas de partidos y 73 por circunscripciones unipersonales.

Desde la reforma que entró en vigor en 2013, el presidente georgiano ejerce funciones representativas, por lo que es el primer ministro el que tiene ahora casi todo el poder ejecutivo, incluida la política exterior.

Entre las prioridades del Gobierno figura el ingreso en la Unión Europea, con el que ha firmado un acuerdo de libre comercio y negocia la exención de visados, y en la OTAN.

A diferencia de Saakashvili, enemigo acérrimo del Kremlin, el actual Gobierno también intenta normalizar las relaciones con Rusia, estancadas desde la guerra por el control de la región separatista de Osetia del Sur, en 2008.