El presidente ruso, Vladímir Putin, ha decidido introducir tensión en el proceso de desarme nuclear para acabar con lo que considera "manía persecutoria" por parte de EE UU y Occidente, y exigir el fin de las sanciones decretadas contra Moscú a raíz de la anexión de Crimea. Esa es, según los observadores, la causa de haber remitido a la Duma un decreto de suspensión del tratado sellado con EE UU para la reconversión de plutonio militar en combustible nuclear de uso pacífico.