EE UU anunció ayer la suspensión de sus contactos bilaterales con Rusia sobre Siria y la retirada de la región de su personal militar que se preparaba para coordinar con Moscú sus ataques a grupos terroristas, debido a la continua ofensiva rusa y siria en Alepo.

Esta no es una decisión que se haya tomado a la ligera", dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en un comunicado. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, amenazó el pasado miércoles con suspender la cooperación con Rusia a no ser que Moscú tomara acciones "de inmediato" para detener la ofensiva en Alepo y permitir el flujo de la ayuda humanitaria.

La decisión aleja aún más la posibilidad de un alto el fuego y un reinicio de las conversaciones de paz, cuyos principales garantes han sido Estados Unidos, el país con mayor influencia directa sobre los rebeldes sirios, y Rusia, principal aliado del dictador sirio, Bachar al Asad. Como consecuencia del cese de la coordinación bilateral, se espera que Estados Unidos retire al equipo técnico que tenía hasta ahora en Ginebra para negociar con Rusia un nuevo acuerdo de cese de hostilidades similar al acordado por ambas potencias el pasado 9 de septiembre y que fracasó tras una semana en vigor.

Al término de la tregua, Damasco y Moscú iniciaron una dura ofensiva sobre el sector rebelde de Alepo, donde están encerradas unas 250.000 personas. La ofensiva, en la que han sido atacados los principales hospitales de la ciudad, ha colocado en una situación límite a la población sitiada.

Lo único que el Pentágono sí mantendrá activo será su "canal de comunicaciones con Rusia" para evitar encontronazos entre los aviones que llevan a cabo "operaciones contra el terrorismo en Siria" y el EI