Unas horas después de que la Policía de Charlotte haya sido fuertemente presionada por los manifestantes para difundir el vídeo de la muerte del ciudadano afroamericano Keith Scott, su familia ha compartido la grabación, a través de sus abogados, con un medio de comunicación estadounidense.

Su intención es demostrar con ella que, como ellos han defendido desde el principio, el hombre negro de 43 años no iba armado y su muerte responde a una actuación desmedida por parte de las fuerzas del orden.

El diario norteamericano ´The New York Post´ explica, en la introducción al vídeo, cómo las imágenes fueron capturadas por la esposa de Keith Scott, Rakeyia Scott, y que el tiroteo así como la discusión previa queda fuera del encuadre y por tanto no puede verse, pero sí oírse.

Lo que sí se puede apreciar es el cuerpo herido mortalmente momentos después de recibir los disparos. Y se puede escuchar cómo, antes del tiroteo, los agentes acusan a Scott de empuñar un arma.

Su esposa trata de explicar en todo momento que su esposo no va armado. "¡No disparen, no tiene una pistola!" repite en varias ocasiones. "Tiene una lesión cerebral y acaba de tomarse su medicación", aclara.

Los intentos de Rakeyia son inanes. Los agentes disparan hasta en cuatro ocasiones al hombre ante la incredulidad de su mujer, que inmediatamente exclama "será mejor que no este muerto", y procede a llamar a los servicios sanitarios.

Hallan ADN, sangre y huellas del afroamericano de Charlotte

La Policía de Charlotte halló ADN, rastros de sangre y huellas dactilares del afroamericano Keith Lamont Scott, abatido por un uniformado, en la pistola encontrada en el lugar del suceso, reveló el medio local Channel 9.

De acuerdo con la versión oficial, un grupo de agentes abordó a Scott el martes por la tarde en el aparcamiento de un edificio de apartamentos y le pidieron que soltase el arma que llevaba.

Acto seguido, uno de los policías abatió a Scott porque "suponía una amenaza de muerte inminente" para los agentes.

La familia de Scott rechazó desde el primer momento la versión policial. Según ellos, Scott no tenía una arma, sino un libro, y aseguraron que la pistola encontrada ahí fue colocada por los propios agentes "a posteriori".

Una fuente policial reveló hoy a Channel 9 que en esa arma, que estaba cargada, se hallaron rastros de sangre, huellas dactilares y ADN del sujeto.