Grupos de encapuchados se han enfrentado a las fuerzas de seguridad durante "la gran toma de Caracas", como la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha bautizado a la multitudinaria movilización que ha convocado para este jueves con el objetivo de impulsar el referéndum revocatorio contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Según testigos consultados por Reuters, decenas de jóvenes con el rostro cubierto han atacado con piedras y cócteles molotov a los agentes venezolanos que han custodiado el perímetro de la marcha, justo cuando finalizaba, a lo que éstos han respondido con gases lacrimógenos.

La MUD --coalición opositora-- ha atribuido estos disturbios a simpatizantes del Gobierno y ha urgido a los manifestantes pacíficos a "abandonar los lugares donde los infiltrados intenten generar violencia para alterar el orden público".

"A pesar de que grupos de infiltrados intentaron generar violencia, se impuso, una vez más, la paz", ha celebrado la MUD en su cuenta oficial de Twitter. "El llamamiento siempre será a no caer en provocaciones", ha recalcado.

Por otro lado, la MUD ha denunciado que los "colectivos" --grupos de civiles armados supuestamente por el Gobierno-- han atacado con piedras un autobús en el que manifestantes opositores se dirigían desde la ciudad de La Victoria a Caracas para participar en "la gran toma".

Éxito de la manifestación

La oposición venezolana consiguió hoy movilizar a decenas de miles de venezolanos en la denominada "Toma de Caracas" en demanda de la celebración este año de un referendo revocatorio del presidente del país, Nicolás Maduro, quien congregó también a miles de sus partidarios en otra zona de la capital.

Según el partido Voluntad Popular, fundado por el opositor encarcelado Leopoldo López, más de un millón de personas participaron en la manifestación convocada por la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que hasta el momento no ha proporcionado una estimación de asistentes.

Los seguidores de la oposición, muchos de ellos vestidos de blanco y enarbolando banderas de Venezuela, recorrieron las principales avenidas del este de la ciudad de forma pacífica junto a los principales dirigentes opositores como el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup o el dos veces excandidato presidencial, Henrique Capriles.

También acudió a la marcha Lilian Tintori, esposa del opositor encarcelado Leopoldo López, así como la madre de éste, Antonieta Mendoza, o Patricia de Ceballos, esposa del también opositor preso Daniel Ceballos.

Al concluir la manifestación, el secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) leyó un manifiesto conjunto en el que se convocaron nuevas movilizaciones para continuar demandando celeridad en el proceso para celebrar el revocatorio.

Entre ellas, destacó la convocatoria de la "Toma de Venezuela, de 24 horas de duración, exigiendo la realización inmediata del Referendo Revocatorio", el día después de que se fije la recogida del 20 por ciento de apoyos necesarios para la consulta.

La "Toma de Caracas" era una convocatoria en la que la MUD había centrado todos sus esfuerzos desde hace semanas y pretendía congregar no solo a los habitantes de la capital sino de todo el país.

Durante los últimos días la oposición denunció que el Gobierno estaba obstaculizando la llegada de sus simpatizantes así como las detenciones de dos de sus dirigentes y algunos militantes de los partidos que conforman a la MUD.

Por su parte, el chavismo también reunió a miles de sus simpatizantes en las calles del centro de la capital para mostrar su apoyo al mandatario venezolano y en "defensa de la paz", pues los dirigentes oficialistas sostuvieron que la convocatoria de la MUD buscaba desestabilizar el país con actos violentos.

El presidente Maduro aseguró hoy que su Gobierno derrotó un intento de golpe de Estado tras capturar a 92 paramilitares colombianos y a importantes dirigentes opositores que pretendían llevar a cabo una "emboscada violenta y fascista" este 1 de septiembre.

"Hoy hemos derrotado una intentona golpista que pretendía llenar de violencia, de muerte, a Venezuela y a Caracas (...) Los que amenazaron con asaltar Caracas para asaltar el poder en Miraflores terminaron en su estado Miranda", dijo Maduro.