Ocho años como primera dama, ocho como senadora y cuatro como secretaria de Estado no bastan. Hillary Clinton (Chicago, 1947) tiene ante sí tres meses para ser elegida la primera presidenta de la historia de EE UU, una vez asumió la nominación del Partido Demócrata y presentó al mundo las líneas maestras de su programa.

Clinton no tuvo empacho en ocupar un espacio político que hasta hace poco copaba la cosmovisión del Partido Republicano. Un alegato de futuro, contra el miedo y en el que ponderó la fuerza de un gran país patriota y unido. La candidata advirtió de que EE UU se encuentra al filo de una decisión histórica, especialmente ante "poderosas fuerzas que amenazan con separar" el país, mientras "los vínculos de confianza y respeto se deshilachan". "Sí, el mundo está observando lo que hacemos. Sí, el destino de EE UU está a nuestra elección. Así que vamos a ser más fuertes juntos, compatriotas. Vamos a mirar hacia el futuro con coraje y confianza", dijo apelando a un patriotismo que el candidato republicano,Donald Trump, le ha dejado en bandeja para ser empleado en la campaña.

Antes de eso, la exsecretaria de Estado quiso ganarse a los seguidores de Bernie Sanders, su correoso rival en las primarias. "Vuestra causa es nuestra causa", afirmó Clinton que aludió sin tapujos a la justicia social y económica preconizada por el senador por Vermont. Tampoco obvió Clinton que el momento que protagoniza es histórico. La primera mujer aspirante a la presidencia de la única superpotencia del mundo dijo: "Recuerden que cuando una barrera se tumba en EE UU, allana el camino para todos. Cuando no hay techo, el cielo es el límite".

Clinton hilvanó, también, las metas políticas tradicionales de los demócratas. Desde evitar los abusos de Wall Street, a aprobar la reforma migratoria, lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres y luchar contra el cambio climático.

No dejéis que nadie os diga que nuestro país es débil" porque "no lo somos", afirmó. "No dejéis que nadie os diga que no tenemos lo que hace falta, lo tenemos. Y, por encima de todo, no creáis a alguien que dice: 'Solo yo puedo arreglarlo". La campaña ya ha empezado, el 26 de septiembre, primer debate presidencial.