Ahora, ¿qué? El Brexit es un divorcio inédito en la historia comunitaria, así que cualquier hipótesis de lo que ocurrirá durante los dos años que el artículo 50 del Tratado de Lisboa fija de margen para aquellos estados que pidan la "retirada voluntaria y unilateral" de la Unión Europea o en el día después de la desconexión al completo, corre el riesgo de pecar de excesiva o precisamente lo contrario. Pero hay hechos objetivos que cambiarán. Sin duda. Ambas partes tendrán que negociar el futuro de su relación. Si el Reino Unido mantiene sus vínculos con el mercado compartido a imagen y semejanza de la Asociación Europea de Libre Comercio que integran Noruega, Suiza, Islandia o el pequeño Liechtenstein; o, por el contrario, se viste con el estatus de un país más y recupera, entre otros, el sistema de los aranceles con los que hasta este momento eran sus socios. Es decir, mayor presión fiscal en el comercio. El tiempo de espera, con lo que eso supone de incertidumbre, la evolución de la libra y la decisión que finalmente tomen las autoridades británicas y Bruselas marcará el negocio internacional del viejo continente y la actividad en Galicia. La mayoría cosechada por el leave afecta de lleno a los intereses de la comunidad, que tiene en la exportación, a falta de una demanda interna vigorosa por la pérdida de población y el envejecimiento, una de las fortalezas de su economía. Y al Reino Unido como su cuatro mayor cliente en todo el planeta.
Jorge González Gurriarán, Catedrático Organización de Empresa
"El Reino Unido hará todo lo posible por obtener ventajas de la UE"
"La relación del Reino Unido con la UE ha sido casi siempre muy tramposa, en el sentido de poca solidaridad y sacar fruto, pedir una compensación, por cualquier cosa que implicaba un coste. Como sucedió con el cheque de los fondos estructurales", destaca Jorge González Gurriarán, catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Vigo, que coincide en el reproche que muchos analistas lanzan desde que se conoció el resultado del referéndum hacia el primer ministro David Cameron por el fallido intento de arreglar "un problema personal", el de la división de su partido, con una votación que deja "una gran incertidumbre". "A corto plazo la sensación constante será de inestabilidad, de inseguridad -confirma González Gurriarán-. A medio plazo, el Reino Unido hará todo lo posible por obtener ventajas, como Noruega o Suiza".
Venancio Salcines, Presidente Escuela de Finanzas
"Se abre una caja de pandora enorme para su economía y la política"
"Se abre una caja de Pandora enorme para el Reino Unido dada su relación comercial con el que es su principal socio y la incertidumbre política que también despierta -apunta Venancio Salcines, presidente de la Escuela de Finanzas-. Para Escocia no era rentable su independencia hace seis meses porque implicaba dejar la UE y ahora se queda fuera". La duda viene con la postura que las dos partes mantendrán en la negociación del divorcio. Dar o no beneficios al Reino Unido "por el precedente que se crearía en un acuerdo avalado para ser cliente sin someterse a la disciplina europea".
En las instituciones comunitarias pesa "la consumación del debilitamiento" que arrastraban desde el estallido de la doble recesión, como afirma Juan José Santamaría, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Vigo. "Reino Unido tenía un pie dentro y uno fuera, pertenece a la UE, pero no a la zona Euro -añade el también decano de los economistas de Pontevedra-. Si el proceso concluye con un vínculo como el que existe con Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein, los cambios no deberían ser muy sustanciales".
Juan José Santamaría, Decano Economistas de Pontevedra
"Es la consumación del debilitamiento de las instituciones europeas">
En esa línea va también Miguel Anxo Bastos, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Santiago de Compostela. "No pasaría nada", dice, si esa es la opción que el país y la UE pactan. Él aplaude la victoria del Brexit. "No es la idea de la Europa que yo comparto, la de la búsqueda de una unión política. El éxito de Europa fue siempre su división. Lo atractivo está en la idea primitiva, la de la creación de un mercado común y nada más".
Miguel Anxo Bastos, Profesor de Ciencias Políticas
"Lo atractivo de la UE es el mercado común, no la unión política y económica">
De cada 100 euros en las exportaciones de Galicia el pasado 2015, 5,8 tenían como destino el Reino Unido. Casi 1.100 millones de euros después de un incremento en comparación con el ejercicio anterior del 29,4%, según los últimos datos del Ministerio de Economía. Solo Francia, Portugal e Italia superan el montante de las ventas exteriores gallegas. El número de empresas que colocan allí su producción ronda las 500. La mitad de las ventas, por encima de los 448 millones de euros, son prendas y complementos, a lo que sigue el automóvil, con 165,6 millones de euros. Por eso entre las grandes exportadoras gallegas al Reino Unido está el grupo Inditex y PSA Peugeot Citroën, junto con la industria auxiliar del motor. "Esto sí va a tener su importancia en el medio plazo para la entrada de vehículos británicos en Europa. No va a ser fácil", señala Venancio Salcines. Lo que abre la puerta a un "enfriamiento de la economía", e incluso una recesión. "No es -continúa el presidente de la Escuela de Finanzas- descartable". Entonces el golpe para las empresas británicas o las filiales de las españolas sería mayor. Sencillamente ganarán menos.
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A Pablo Isla, presidente de Inditex, le preguntaban hace unos días, durante la presentación de resultados del primer trimestre del gigante textil, sobre las consecuencias del Brexit. "Respetando la decisión de los británicos, creemos que una Europa sin Reino Unido sería más débil, igual que el propio Reino Unido sería más débil fuera de Europa", dijo, con el recuerdo de su firma en la carta la Mesa Redonda Industrial de Europa -un organismo en el que también participan Iberdrola o Telefónica- consensuó en defensa de la UE como "motor de transformaciones positivas, tanto en las esferas económica y social como en asuntos de seguridad, y en términos de calidad de vida". El grupo cuenta con 106 tiendas allí. Solo no desembarcó por el momento Uterqüe y Oysho, aunque la marca de ropa interior está presente en venta online, y cada una de ellas cuenta con una filial atada a la libra.
El destino de Gran Sol
No es la única textil con intereses en la isla. Allí venden Selmark, Bimba y Lola o Caramelo. Al liderazgo de la moda y la automoción se suman el sector de la piedra, la madera, la alimentación y la bebida. La lista de compañías afectadas es larga: Hijos de Rivera, Aluminios Cortizo, la pizarrera Cupa, Conservas Cerqueira, Friscos, Adegas Valmiñor y Terras Gauda, Lonza y la Armadora Pereira, entre otras muchas más. La actividad pesquera plantea muchas interrogantes. Pocos días antes de la celebración del referéndum, el ministro de Granjas, Alimentación y Pesca del Reino Unido, George Eustice, avanzaba que la salida del país de la UE podría implicar una modificación del sistema de reparto de cuotas. "Les hace más independientes, más soberanos para defender sus recurso", sostiene Juan José Santamaría. "Toda la política pesquera comunitaria -añade- tendría que renegociarse".
Hay una decena de barcos gallegos que faenan en aguas británicas y un significativo número de armadores de la comunidad, una treintena, con embarcaciones que tienen bandera del país para faenar en Gran Sol. ¿Cuál es su destino? En la antesala de la votación, el diario Daily Express publicaba un artículo en el que comparaba a estos buques con "piratas". El giro del Brexit y la recuperación de la soberanía de las aguas para el gobierno británico permitiría, por ejemplo, marcar requisitos más exigentes a los armadores gallegos y frenar su presencia.
"Es un cambio total de las reglas de juego. A partir de la desconexión, no hablamos de libre comercio, sino de importación y exportación con los gravámenes que se puedan poner -advierte José García Costas, presidente de la Cámara de Comercio de Vigo, Pontevedra y Vilagarcía-. La libra será otro de los factores a tener en cuenta. Siempre fue una moneda fuerte. El efecto se vio cuando los sondeos pronosticaron la permanencia y se revalorizó". Es "un antes y un después", insiste García Costas.
José García Costas, Pte. Cámara Vigo, Pontevedra y Vilagarcía:
"Es un antes y un después, un cambio total de las reglas">
"Los británicos guardan bien el dinero ya desde los tiempos de Drake y sus piratas. Así que estoy convencido de que habrá un acuerdo con ventajas para el Reino Unido. Por la cuenta que les tiene buscarán la libre circulación de capitales y mercancías", opina Jorge González Gurriarán. El efecto que sí podrían notar las compañías gallegas es el derivado "de los hechos que sucedan internamente", sostiene el catedrático en referencia al deseo ya expresado de Escocia de otro referéndum y que Irlanda del Norte pueda reclamar su anexión a sus vecinos sur de la región. "La inestabilidad es un factor clave y no les quedará otro remedio a las empresas gallegas que revisar los números porque no puedes planificar con la misma seguridad", resume González Gurriarán. Miguel Anxo Bastos pone el acento en el perfil del gobierno británico, "que no es gente especialmente intervencionista", por lo que deja a un lado cualquier posibilidad "de que se cierren las fronteras".
Turistas menos ricos
Para la economía británica, la devaluación de la moneda implicaría una ventaja para mantener su músculo exportador. Ventas más baratas. Galicia le compró en 2015 productos y materias primas por valor de 473,4 millones de euros. Un 30% por debajo de 2014 y la menor cifra de los últimos 15 años. Pero que la libra pese menos "es bastante perjudicial" pensando en el ciudadano. "Pensemos en la gran cantidad de pensionistas que viven aquí, en España. Si esta devaluación es contundente, tendrán que replanteárselo", subraya Juan José Santamaría. "Desde luego su gasto caerá -asegura también Venancio Salcines-. El sector turístico de Galicia y de toda la zona del Mediterráneo se resentirá".
Precisamente Reino Unido es uno de los puntos de origen que más alegrías estaba dando al turismo gallego. En el primer cuatrimestre de este año, de las 307.000 pernoctaciones en la comunidad el 1,4% fueron de ciudadanos británicos, que el pasado año protagonizaron una de las mayores subidas en las estancias en Galicia. Un 16,2% más. De hecho, una de las acciones de promoción más fuerte por parte de la Xunta se centraba este año en captar viajeros de la isla para visitas cortas y -pendiente ahora de la volatilidad de la libra- de compras.
