Aunque las últimas encuestan apoyaban por la permanencia, al final los votantes del Reino Unido han optado por la salida de la Unión Europea, por un margen de más de un millón de votos. Más allá de analizar las enormes consecuencias sociales y políticas en el Reino Unido, con una clara división entre Inglaterra y Gales, partidarios de la salida, frente a Irlanda del Norte y Escocia, la gran diferencia entre el voto de las personas mayores y los jóvenes o entre grandes ciudades y pequeños núcleos de población.

Económicamente tenemos un problema grave que llega en un mal momento para Europa. Por mucho que la Unión Europea afirme que está preparada, la incertidumbre en un momento de debilidad económica va a lastrar al Reino Unido y contagiar Europa, aunque se controlen otros intentos de salida por partidos extremistas de Holanda, Francia o Dinamarca.

Todos coinciden en estos efectos a corto plazo, incluso los partidarios de la salida. De hecho, lo hemos visto de forma inmediata incluso antes de abrir los mercados europeos. La libra se desploma, suben las primas de riesgo y la bolsa en generaly el sector financiero en particular sufre caídas de gran envergadura. ¿Hasta cuándo durará el efecto? Es difícil de predecir porque entramos en un escenario de enorme incertidumbre, con un proceso de salida que tiene un tope en tiempo (dos años) pero sin precedentes para saber que se va a hacer, cómo se va a plasmar.

Aunque sea paradójico, de la dureza o no, del "abandonado", de la Unión Europea, dependerá buena parte de los distintos impactos y su duración. Ahora toca bajar de la política al día a día, y no va a ser fácil.

Los riesgos para el Reino Unido

Huida de capitales: En los últimos 12 meses hasta 48.000 millones depositados en fondos británicos han ido a valores más seguros (Alemania, Estados Unidos), el proceso continuará en el corto plazo y para muchos analistas no se recuperará nunca del todo. La inversión en activos en el Reino Unido perderá peso en las carteras de inversores a nivel global.

Modelo comercial: Se buscará un estatus de país asociado o similar que le asimile a Noruega o Suiza, no obstante se perderá parte de los intercambios. El coste de la vida para los británicos subirá porque mientras que apenas el 6,6% de las exportaciones comunitarias se dirigen a las islas, hasta un 51,4% de las ventas británicas se dirigen al continente. Los partidarios del Brexit creen que se sustituirá parte por productos propios y será bueno para la economía británica, pero la realidad económica no es tan simple y el escenario más probable, es que haya una contracción comercial.

Depreciación de la libra: Un efecto duro y que aunque recupere en parte será duradero, una libra barata perjudica a una economía exportadora como la Británica.

Recesión: Todo ello llevará con casi toda seguridad a una recesión, más o menos profunda, según se plasme en el mecanismo y tiempos de salida y como hemos señalado, como Europa "se porte" con el Reino Unido. Sin Cameron, tras su salida en octubre, el nuevo Gobierno buscará que la UE sea generosa en el nuevo estatus que regirá las relaciones económicas. Aun así, la OCDE estima que cada familia británica perderá 3.000 euros anuales.

Desempleo y deslocalización: Se calcula una pérdida 820.000 empleos, 110.000 en el corazón financiero, la City. Muchas empresas, financieras y otros sectores se moverán a otros países. Irlanda por ejemplo se posiciona más fuerte para multinacionales y muchas gestoras de fondos y productos financieros se moverán a otros países de la UE.

Tipos más altos y riesgo inmobiliario: Ante la huida de capital se buscará el equilibrio subiendo tipos, lo cual además de limitar la recuperación lleva a un riesgo hipotecario en un momento expansivo para la inversión inmobiliaria del país.

Recortes y subidas de impuestos: Con menor crecimiento o se opta por el déficit o por cubrir el presupuesto, punto más lógico si sigue un gobierno conservador. En este punto hay dos opciones y se combinarían ambas: recortar gasto y subir impuestos.

Cómo nos afecta a los españoles

Exposición directa en inversiones: Especialmente en banca (Banco Santander tiene el 30% de sus beneficios) pero también en otros sectores como infraestructuras o telecomunicaciones. Si se devalúa la libra y luego se entra en recesión, se ganaría mucho menos al cambio en euros lo que afectará al valor de las empresas. Tenemos 48.000 millones en activos en el Reino Unido.

Menos ventas: El Reino Unido es el cuarto destino de las exportaciones españolas, vendimos por un valor de 18.231 millones y compramos por 12.584 millones. Aunque se busque un estatus privilegiado comercial, estas cifras disminuirán. Sectores como el hortofrutícola estará entre los más afectados.

Pagaremos más al presupuesto comunitario: A pesar de la crisis, de nuestra caída del PIB? si se va un país "más rico" de la UE, el resultado es que subimos en el escalafón de países que aportan para otros (especialmente del Este) que son receptores de fondos.

Riesgo de turismo: Si uno de cada turistas extranjeros es británico, perder parte de ese turismo sería catastrófico. Se debe buscar que tengas facilidades parecidas a las actuales para que el flujo continúe, pero está claro que la depreciación de la libra y los problemas económicos llevarán a que vengan menos turistas y gasten menos.