Varias decenas de miles de alemanes se manifestaron ayer en Hannover en contra del tratado comercial entre la UE y EE UU que hoy será respaldado en esta ciudad por el presidente norteamericano, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel. Ambos buscarán caminos para desbloquear las negociaciones.

La protesta, que contó con el respaldo de una treintena de grupos ecologistas, organizaciones humanitarias, sindicatos y partidos, congregó a unas 25.000 personas según la policía y hasta 90.000 en opinión de los organizadores. La marcha discurrió entre música y eslóganes contra tratados de libre comercio, productos transgénicos, multinacionales y lobbys.

Los manifestantes cargaron contra el proyecto para aprobar una Asociación Transatlántica para el Comercio y las Inversiones (TTIP) alegando que reducirá los estándares de calidad de los productos, dañará el medioambiente, lesionará los derechos laborales y limitará la soberanía de los estados.

"No estamos contra un acuerdo justo entre Europa y EE UU, estamos en contra de uno que conceda privilegios a las multinacionales", explicó el exministro de Medioambiente Jürgen Trittin, de Los Verdes.

Mientras, Merkel y Obama, los dos máximos defensores del tratado a ambos lados del Atlántico, volvieron a insistir por separado sobre la importancia de que salga adelante este acuerdo.

El presidente de EE UU, en una entrevista que publicó el "Bild", aseguró que el TTIP es "una de las mejores herramientas para impulsar el crecimiento" y para crear puestos de trabajo en EE UU y Europa.

La canciller recalcó que este acuerdo asegura lo que hoy prevalece en Europa en materia de medioambiente y protección del consumidor". Merkel destacó asimismo la "gran oportunidad" que supone el TTIP para que la UE y EE UU fijen los estándares comerciales a nivel global y rechazó de que las negociaciones se están llevando a espaldas de la población.