El jefe de Gobierno belga, Charles Michel, rechazó ayer las dimisiones de sus ministros de Interior y Justicia, pese a los clamorosos fallos de seguridad que está destapando la investigación de los atentados del martes en Bruselas. A la revelación de que Turquía expulsó el verano pasado, y por dos veces, a Brahim el Bakraoui, uno de los dos suicidas del aeropuerto de Zaventem, se sumó ayer que su hermano Jalid, que se inmoló en la estación de metro de Maelbeek, estaba en busca y captura desde diciembre por su implicación en el 13-N parisino.

El fiscal general belga, Frédéric van Leeuw, dijo el miércoles que los dos hermanos estaban fichados como delincuentes comunes, pero no como sospechosos de radicalización islamista. Sin embargo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró ese mismo día que su Gobierno avisó el año pasado a Bélgica y a Holanda de que Brahim el Bakraoui era un "combatiente extranjero", tras haberlo interceptado en la frontera sirio-turca el 14 de julio y, después, el 25 de agosto y expulsarlo a Holanda. La fiscalía reconoció ayer que sobre Jalid el Bakraoui pesaba una euroorden y un mandato de detención internacional. La razón es que fue el hombre que, bajo una identidad falsa, alquiló una vivienda en la calle del Fort de la ciudad belga de Charleroi en la que se ocultaron y prepararon los atentados varios de los yihadistas que mataron a 130 personas en la capital francesa.

Pero es que, además, Jalid el Bakraoui también alquiló con identidad falsa la vivienda del distrito bruselense de Forest donde el pasado 15 de marzo se registró un tiroteo en el que murió un sospechoso y otros dos lograron huir, entre ellos, supuestamente, Salah Abdeslam, el cerebro logístico de los atentados del 13-N, de quien se encontraron en el piso huellas dactilares y restos de ADN.

El ministro belga de Justicia, Koen Geens, ha tratado de minimizar las advertencias de Turquía sobre la peligrosidad de El Bakraoui. El miércoles por la noche, antes de ofrecerle a Michel su dimisión, Geens dijo que en ese momento -verano de 2015- Bélgica no disponía de datos que le señalaron como yihadista. Además, puntualizó que no debió de haber una extradición como tal, sino más bien "un reenvío a la frontera siria por parte de Turquía", aunque también admitió no saber a ciencia cierta si su Gobierno estuvo al tanto de esa operación, ni por qué El Bakraoui fue deportado a Holanda.

Ayer por la tarde, el Ministro dijo que la información disponible apunta a que Turquía alertó sobre el terrorista después de haberlo expulsado, lo que hizo imposible detenerlo en Holanda, adonde, según Erdogan, pidió ser devuelto.

Por lo que hace a la investigación de los atentados de Bruselas, la Fiscalía informó de que la persona que fue arrestada el mismo día de los atentados en el barrio bruselense de Schaerbeek quedó en libertad. Los investigadores registraron a fondo el miércoles los domicilios de los hermanos El Bakraoui en Bruselas.

Por su parte, el diario "La Dernière Heure" afirmó que los yihadistas de Bruselas tenían planes para atentar contra las centrales nucleares del país y que el director del programa de investigación y desarrollo nuclear había sido objeto de vigilancia por parte de los hermanos El Bakraoui. Las autoridades han retirado a once trabajadores los pases de entrada a la central de Thiange.