Los ataques yihadistas del martes en Bruselas, que causaron la muerte al menos a 31 personas, según el último balance, los perpetraron cuatro terroristas, informó ayer la Fiscalía General belga. Tres de ellos atentaron en el aeropuerto de Zaventem y el cuarto en la estación de metro de Maelbeek. Dos de los terroristas del aeródromo se inmolaron y el tercero se dio a la fuga. El yihadista que atentó en el metro también era un "kamikaze".

De los cuatro terroristas, la Fiscalía solo da por identificados a dos. Se trata de los hermanos Brahim y Jalid El Bakraoui, de 30 y 27 años de edad, respectivamente, y nacionalidad belga, y fichados como delincuentes comunes. El primero -deportado por Turquía el pasado julio- se hizo volar por los aires en la terminal de salidas de Zaventem, donde se registró una segunda explosión, escasos segundos después de la primera (07.58 h.), que provocó otro suicida aún por identificar.

Jalid el Bakraoui se inmoló en el segundo vagón de un tren que estaba detenido en el andén de la estación de Maelbeek poco antes de las 09.30 horas.

Si nos atenemos a la fotografía difundida el martes por la Policía belga, en la que se ve a tres individuos portando sus carritos de equipaje en el aeropuerto bruselense, sólo está identificado el del centro, Brahim el Bakraoui. Las fuerzas de seguridad ignoran quiénes son los terroristas que lo flanquean.

Los medios belgas sostienen que el hombre que aparece a la derecha de la imagen, que viste una chaqueta blanca y va tocado con sombrero, es Najim Laachraoui, a quien se atribuye la confección de los cinturones explosivos empleados por los yihadistas de París. Su ADN se encontró en al menos dos de ellos: uno utilizado en el Bataclan y otro en el Estadio de Francia.

Sería cómplice, pues, de Salah Abdeslam, el cerebro logístico de los atentados del 13-N en la capital francesa, detenido en el distrito bruselense de Molenbeek el pasado viernes, el mismo día en que la Fiscalía emitió una orden de busca y captura contra Laachraoui.

Hasta última hora de la tarde de ayer se pensaba que Laachraoui era el yihadista que había huido de la terminal. Sin embargo, según fuentes policiales citadas por el diario "De Standaard" y la cadena pública RTBF, Laachraoui es el segundo "kamikaze" de Zaventem.

Lo que sí aseguró ayer el fiscal general belga, Frédéric van Leeuw, es que, antes de huir del aeropuerto, el tercer terrorista dejó en la terminal de salidas la "carga explosiva más importante". Según el fiscal, "poco después de que llegaran los artificieros" al aeropuerto, esa carga, metida dentro de un bolso, "explotó debido a su gran inestabilidad, pero nadie resultó herido".

Durante buena parte de la mañana, medios belgas dieron a Laachraoui por detenido en una redada en el distrito de Anderlecht, pero las autoridades dijeron que sólo habían practicado dos arrestos, y no en esa zona de la capital, sino en la de Schaerbeek.

Según el relato ofrecido por Van Leeuw, los tres terroristas que integraban el comando que atentó en Zaventem cogieron un taxi para ir al aeropuerto. El taxista que los recogió los reconoció después en la fotografía difundida por la Policía y llevó a los agentes hasta el edificio del distrito de Schaerbeek del que los vio salir la mañana de los atentados.

El taxista sospechó de ellos porque no quisieron que les ayudara con las maletas (en las que llevaban las bombas). De hecho, contó que se enfadaron porque el vehículo no era grande, como habían pedido, sino pequeño, y no les cabía la otra maleta -con una carga explosiva extra, es de suponer- que pensaban llevar al aeropuerto.

La Policía descubrió el martes, en varios registros en Schaerbeek, una bandera del Estado islámico (EI) y el supuesto "testamento" de Brahim el Bakraoui, así como 15 kilos de explosivos, 50 litros de acetona, 30 litros de agua oxigenada, detonadores y una maleta con tornillos y tuercas y material para confeccionar bombas, incluidos ventiladores.

En el "testamento", al parecer dirigido a su madre, Brahim el Bakraoui vincula los atentados de Bruselas con los de París y da a entender que su planificación fue acelerada tras la detención de Salah Abdeslam.

El documento estaba en un ordenador que fue hallado en una papelera de la calle Max Roos y en él el terrorista reconoce que tiene "prisa" porque "están cazándonos" y no quiere "acabar en una celda como él", como su "hermano", lo que se interpreta como una referencia a Salah Abdeslam.

Brahim el Bakraoui fue deportado por Turquía en julio de 2015, según reveló ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Ankara informó a la embajada belga de la deportación, y también a Holanda, país al que El Bakraoui fue expulsado.

Según Erdogan, Bélgica lo liberó, pese a que su Gobierno advirtió de que se trataba de un combatiente extranjero, pero Bruselas "no pudo determinar sus vínculos con el terrorismo".

En cuanto a Jalid el Bakraoui, es el hombre que alquiló bajo una falsa identidad la vivienda de la calle Du Dries, en el barrio bruselense de Forest, donde el pasado 15 de marzo se desencadenó un tiroteo en el que uno de los sospechosos murió y otros dos huyeron, entre ellos, supuestamente, Abdeslam, de quien se encontraron huellas dactilares y restos de ADN, informa "Efe".

Los dos hermanos El Bakraoui tienen un abundante historial de delitos comunes. El mayor, Brahim, participó en un tiroteo contra la Policía en 2010, y Jalid, al año siguiente, fue condenado por robo.