Las primarias y caucus celebrados el sábado en EE UU -los precandidatos republicanos se medían en cuatro estados y los demócratas en tres- se tradujeron en dos victorias para el líder de la carrera en el partido del elefante, Donald Trump, y otras dos para el senador por Texas Ted Cruz, que se consolida como el único con posibilidades de disputarle la nominación al magnate, al que la élite republicana no quiere ver a la cabeza cuando llegue la convención de julio.

Cruz se impuso en los caucus de Kansas y Maine, mientras que Trump se alzó con el triunfo en Kentucky y Luisiana. Pero no hubo empate, sino victoria parcial de Cruz, que sumó 69 nuevos delegados, mientras que el magnate sólo cosechó 53.

Así que, si se suman los nuevos compromisarios a los que ya atesoraban uno y otro, la ventaja de Trump sobre Cruz es muy escasa: tras las elecciones de este sábado, el primero tiene a su favor 382 delegados y el segundo, pisándole los talones, 300.

En el campo demócrata, Bernie Sanders se impuso en los caucus de Kansas y Nebraska, mientras que Hillary Clinton venció en Luisiana. Pero a la hora de contar delegados, la que se lleva la victoria es la exsecretaria de Estado y no el senador por Vermont: Clinton suma 55 nuevos compromisarios y Sanders sólo 49. Además, la ex primera dama ya tiene en su cuenta casi la mitad de los que necesita para ser proclamada candidata en la convención de julio. Se requieren 2.383 para lograr la nominación y Clinton ya atesora 1.121, frente a los 481 con que cuenta Sanders.

Pero, volviendo al campo republicano, quien parece haberse descolgado del todo de la carrera es el senador por Florida Marco Rubio, el favorito del aparato del partido, que suma una única victoria (Minesota) y 128 delegados.

De hecho, el siempre provocador Trump le invitó ayer a tirar la toalla. "Marco Rubio ha tenido una noche muy, muy mala, y yo le pediría que abandone la carrera. Creo que probablemente ha llegado la hora", le espetó desde West Palm Beach (Florida), estado donde el día 15 estarán en juego 99 delegados republicanos, y el ganador se los lleva todos. Pese a que Rubio juega en casa, las encuestas dan a Trump una cómoda ventaja de 18 puntos.

Cruz se reivindicó como la única alternativa viable a Trump. "Si quieren ganarle, soy el único candidato que lo está haciendo de forma consistente", advirtió al partido. Y el magnate contraatacó: "Me encantaría enfrentarme a Ted (Cruz) en un cara a cara, sería divertido", agregó el magnate. "No puede ganar en Nueva York, ni en Nueva Jersey ni en California. Quiero un cara a cara".