Los dos principales partidos de Irlanda anunciaron ayer que intentarán formar Gobierno por separado, con lo que han descartado una "gran coalición" tras las elecciones legislativas del pasado viernes, que dejaron un Parlamento muy fragmentado. Cuando aún faltan por atribuir diez de los 158 escaños en juego, el conservador Fine Gael, del "premier" saliente, Enda Kenny, cayó de 66 a 49 escaños, lejos de los 80 que dan la mayoría absoluta. Por su parte, el centrista Fiana Fail obtuvo 43 escaños. El izquierdista Sinn Fein está en 22.