El pulso entre la oposición liberal rusa y el controvertido líder chechén, Ramzán Kadírov, aliado del Kremlin, alcanzó ayer nuevas cotas con la presentación por el partido Parnas de un demoledor informe que le acusa de constituir "una amenaza para la seguridad nacional". El informe, de 70 páginas, considera al "califato chechén" de Kadírov como un verdadero Estado Islámico en el seno de Rusia.