El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, criticó hoy a la OTAN por a actitud ante su país, que comparó con la de la Guerra Fría, y abogó por cooperar para evitar una desintegración de Siria por la influencia del Estado Islámico (EI).

Medvedev realizó estas declaraciones al intervenir en la Conferencia de Seguridad Múnich (MSC), el denominado "Davos de la Defensa", que se celebra desde ayer y hasta mañana, con el conflicto en y en torno a Siria como tema principal.

"A veces me pregunto si estamos en 2016 o en 1962", aseguró el primer ministro ruso haciendo referencia al momento en que se produjo la crisis de los misiles, uno de los peores momentos de la Guerra Fría.

A su juicio, la OTAN se comporta de manera "no amistosa" frente a Rusia, cuando se debería actuar conjuntamente frente al surgimiento del terrorismo yihadista global, capaz de actuar en cualquier lugar del mundo.

"El terrorismo es un problema de la civilización. Es ellos o nosotros. No hay medias tintas. Hay que poner de lado nuestras diferencias y mostrarnos unidos", aseguró.

"Tenemos un enemigo común y esa debería ser nuestra asunción básica", afirmó. Respondiendo a las críticas de occidente, el primer ministro ruso aseguró que "no hay ninguna evidencia" de que Rusia esté "bombardeando civiles" en Siria.

La MSC se centra en su 52 edición en Siria y las tres vertientes de su crisis -guerra civil, catástrofe humanitaria y Estado Islámico- aunque también pretende analizar otros asuntos como el conflicto en el este de Ucrania, la situación de China, la amenaza del terrorismo yihadista global y las diferencias entre Rusia y la OTAN.

En Múnich están presentes, entre una treintena de jefes de Estado y Gobierno y 70 ministros, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry; el presidente ucraniano, Petró Poroshenko; y el ministro de Asuntos Exteriores iraní; Mohammad Javad Zarif; y el primer ministro francés, Manuel Valls.

Oposición de EEUU y Francia

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se ha sumado a las críticas a Rusia formuladas por el primer ministro francés Manuel Valls en la Conferencia Internacional de Seguridad en Múnich al pedir el cese de los bombardeos de la "oposición legítima" al presidente sirio Bashar al Assad.

Si bien Valls había denunciado bombardeos rusos sobre población civil, Kerry añade que parte de la campaña siria va dirigida en realidad a minar la resistencia contra Damasco. Ambos coinciden en que, población civil u opositores, el bombardeo ruso pone en peligro las conversaciones para un plan de paz en Siria.

"Hasta la fecha, la inmensa mayoría de los bombardeos rusos se han dirigido contra gurpos de oposición legítimos. Este plan de objetivos debe cambiar", ha señalado el secretario de Estado, que acusó a Rusia de lanzar "bombas tontas" -- sin ningún tipo de sistema de guiado -- que también causan la muerte de civiles.

El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, ha expresado este sábado su rechazo contundente a las acusaciones de Valls.

"Simplemente es mentira. No hay pruebas de que estemos bombardeando civiles aunque todos nos acusen de hacerlo", lamentó Medvedev desde la Conferencia de Seguridad, solo minutos después de que Valls realizara esta acusación desde el mismo estrado.