El fundador de Wikileaks, Julian Assange, reclamó ayer al Reino Unido y a Suecia que "cumplan el dictamen de la ONU" que condena sus cinco años de detención "arbitraria" en Londres y calificó de "victoria histórica" la decisión. En un mensaje desde el balcón de la Embajada de Ecuador, donde está asilado desde mediados de 2012 -tras pasar los dos años anteriores en arresto domiciliario a instancias de Suecia-, Assange instó a los Gobiernos sueco y británico a respetar "un veredicto vinculante".

Assange fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010, justo después de que su portal filtrara, por tercera vez en pocos meses, cientos de miles de documentos diplomáticos de EE UU. La detención se practicó a petición de la Justicia sueca, que pretende interrogarle sobre cuatro supuestos delitos sexuales por los que la Fiscalía nunca le ha encausado.

El activista australiano niega los delitos (tres de los cuales han prescrito) y rechaza que se le entregue a Suecia porque cree que ese país le extraditaría a EE UU, donde afrontaría un juicio militar y una eventual condena a pena de muerte por sus revelaciones sobre Irak, Afganistán y la política exterior de EE UU.

El Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias pidió ayer a Reino Unido y Suecia, en un dictamen que calificó de "jurídicamente vinculante", que "pongan fin a la privación de libertad" del australiano y reconozcan su derecho a una compensación. Las conclusiones del dictamen fueron adelantadas el jueves por la BBC y confirmadas por la Fiscalía sueca.

Sin embargo, los Gobiernos de Londres y Estocolmo argumentan que el veredicto "no cambia nada" ni afecta al proceso legal en curso e invitan a Assange a abandonar la Embajada de Ecuador.

En su intervención pública de ayer, el fundador de Wikileaks, de 44 años, criticó que el Reino Unido diga ahora que se opone al dictamen de la ONU cuando "no lo recurrió en el plazo establecido de quince días", y recordó que ambos países pertenecen al sistema de Naciones Unidas y deben acatar su autoridad.

Assange, que lucía su habitual pelo blanco, no contestó preguntas de los periodistas, como tampoco lo hizo en una rueda de prensa anterior en la que participó por videoconferencia. En esa rueda de prensa, su equipo jurídico pidió a Suecia que retire la orden europea de arresto contra su cliente.

El coordinador de este equipo, el exjuez español Baltasar Garzón, dijo que "la prioridad ahora es que Suecia retire la orden" que pende sobre el fundador de Wikileaks, pues la decisión de la ONU "la deja vacía de contenido". Para Garzón, el rechazo de Londres y Estocolmo al dictamen de la ONU revela "una clara persecución política".