| El presidente iraní, Hasán Rohaní, llegó ayer a Italia en la primera escala de un viaje con paradas en el Vaticano y Francia que, con un trasfondo netamente económico, sirve para escenificar el regreso del régimen de los ayatolás a la comunidad internacional tras la consecución del histórico acuerdo nuclear. De paria a invitado de honor en Europa tras un acelerado proceso de deshielo de sus relaciones con las grandes potencias, de las que, hasta hace nada, era acérrimo enemigo. Ayer en Roma, Rohaní dijo que para combatir eficazmente el terrorismo hace falta "una gran cohesión internacional" y evitar "ambigüedades". En la foto, Rohaní, con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.