El primer gran temporal de nieve del año azotó la costa este de Estados Unidos y paralizó ciudades como Washington, Baltimore o Nueva York, que ayer reanudaban lentamente la actividad diaria. Diecinueve personas murieron a causa de la tormenta. Cinco de los fallecidos se produjeron en el estado de Nueva York, y de ellos tres en la ciudad, y la causa de las muertes se debió sobre todo a ataques al corazón por el ejercicio extra realizado para quitar la nieve.

Las imágenes de los neoyorquinos disfrutando de la nieve en un día soleado reemplazaron ayer a las de gente protegiéndose el sábado de la segunda nevada más intensa que haya conocido Nueva York desde que se tienen registros.

Los automóviles comenzaron a circular a primera hora de ayer, después de las medidas restrictivas que estuvieron vigentes desde el sábado por la tarde. A pesar del frío, los neoyorquinos salieron a calles y parques para superar el letargo de las últimas horas.