El Ministerio de Exteriores venezolano expresó ayer en un comunicado su "más absoluto rechazo" a lo que considera la "reiterada injerencia" del presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, en los asuntos internos del país, y anunció que "somete a revisión integral las relaciones bilaterales con el Reino de España".

Maduro tachó a Rajoy de "injerencista, racista y colonialista", lo que llevó al Gobierno español a convocar el viernes al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, quien pidió que "cese el uso" de su país en la "política interna" española y "que no se siga instrumentalizando" a Venezuela "en función de la solución de los problemas de gobernabilidad de España".

Entre tanto, la Asamblea Nacional venezolana rechazó a última hora del viernes el decreto de emergencia económica propuesto por el presidente, Nicolás Maduro, para atender la crisis económica del país, por considerar "insatisfactorias" las motivaciones de la norma.

Rechazo

La propuesta fue rechazada con 107 votos de la oposición, que ostenta las dos tercera partes del Parlamento -frente a 53 oficialistas que votaron a favor-, después de que la comisión especial designada para evaluar el contenido del decreto de excepción recomendara negar el contenido. La decisión generó el rechazo de la bancada chavista.

"Negamos el decreto porque es más de lo mismo, la misma política produce los mismo resultados", dijo el diputado opositor José Guerra, al tiempo que reconoció que todos saben "la magnitud de la crisis", pero que el decreto la podría "agudizar".

Con esta decisión queda sin efecto la medida oficializada por Maduro el pasado viernes en la "Gaceta Oficial" de un estado de emergencia económica, una forma de suspensión de garantías en materia económica, implementada para atender la situación del país que terminó el año 2015 con pésimos resultados.

La oposición culpa de la crisis al modelo político "fracasado" que impulsa la "revolución bolivariana" que lidera el presidente Nicolás Maduro.