El jefe de las fuerzas de EE UU en Afganistán, general John Campbell, admitió ayer que la decisión del ataque al hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz, saldado con 22 muertos, fue adoptada siguiendo "la cadena de mando de Estados Unidos". El lunes, EE UU se escudó en que el bombardeo se debió a una petición de ayuda de las autoridades de Kabul.