El presidente de EE UU, Barack Obama, y el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, se dieron la mano el lunes al coincidir en la sesión de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas, en un encuentro "accidental" de marcado carácter simbólico. EE UU e Irán carecen de relaciones, pero, desde la llegada de Hasán Rohani al poder, han acercado posturas, hasta el punto de cerrar el pasado 14 de julio -junto a otras potencias- un acuerdo para frenar los planes atómicos de Irán.

El apretón de manos no gustará a la línea dura iraní. Zarif ya tuvo que explicar a su Parlamento en enero un paseo de 15 minutos con John Kerry.