Una bebé siria nació de urgencia y con heridas de metralla en un hospital de Alepo después de que su madre resultara gravemente herida tras un ataque aéreo en la misma ciudad. Amira, tal y como se identificó a la mujer, fue trasladada de inmediato al centro de salud, donde se le practicó una cesárea.

Al sacar a la pequeña del vientre de su madre, los médicos vieron asombrados que la niña presentaba en la cabeza una herida de metralla que tuvo que ser extraída quirúrgicamente.

Los médicos pensaron que la bebé no sobreviviría, pero por suerte la herida no atravesó el cráneo y tanto la niña como su madre se encuentran ya sanas y salvas. La pequeña fue bautizada con el nombre de "Amel", que significa esperanza".

La hazaña médica fue tal que los propios médicos del centro decidieron grabar a la pequeña y compartir su caso en su página oficial de Facebook.

El ataque se produjo el pasado 18 de diciembre en Alepo, una de las ciudades que más padecen los ataques del régimen de Bashar Al-Assad. La madre fue encontrada con heridas bastante graves en varias partes de su cuerpo junto a sus otros tres hijos, que también sufrieron heridas. "No sabemos si a niña salvó a la madre o si la madre salvó a la niña", aseguró a la CNN el portavoz del hospital.