El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, confirmó ayer que técnicos iraníes colaboran en las inspecciones en la base de Parchín, al sur de Teherán, donde existen sospechas sobre el posible uso militar del programa nuclear iraní.

El acuerdo entre Irán y la Agencia Atómica, firmado el pasado 14 de julio, prevé esclarecer todas las dudas que tiene la ONU de aquí al 15 de octubre para que Amano pueda elaborar un análisis final para diciembre. Sólo si la AIEA recibe respuestas satisfactorias, que Amano expondrá en su informe, podrá entrar en vigor el histórico acuerdo nuclear entre Irán y las seis grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania).

Precisamente ayer, el presidente iraní, Hasan Rohaní, afirmó que su país y Estados Unidos han dado "los primeros pasos hacia la disminución de la enemistad" tras el pacto nuclear, aunque reconoció "que la falta de confianza" tardará en desaparecer.

Entretanto, en Moscú se reunieron el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente ruso, Vladimir Putín. Al inicio de la reunión, el "premier" hebreo acusó a Irán de querer formar, con ayuda de Siria, un frente terrorista en los Altos del Golán, territorio ocupado a Siria desde 1967.

Intereses israelíes

Netanyahu pidió también a Putin garantías acerca de que la creciente presencia militar de su país en Siria no amenaza los intereses israelíes. A lo que Putín respondió que el Ejército sirio está volcado en la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico y no está en posición de abrir un segundo frente contra Israel.

"Sabemos y entendemos que el Ejército sirio y Siria en su conjunto está en una postura de defensa de su nación, no de apertura de un segundo frente", dijo el jefe del Kremlin.

El viceministro de Exteriores sirio, Faisal Mekdad, aseguró que su país no dudará en pedir la implicación militar rusa en la guerra si lo considera necesario e insistió en que no hay soldados rusos sobre el terreno.

"Rusia está ayudando a Siria y es el principal suministrador de armamento para nuestro Ejército", afirmó Mekdad. Sin embargo, sí reconoció que hay instructores rusos trabajando en la formación de militares sirios.

Además, Moscú ha comenzado a realizar misiones de vigilancia con drones en el espacio aéreo de Siria, aunque no se ha confirmado cuántas aeronaves no tripuladas están operando.

Fuego de mortero

Por otra parte, Rusia denunció que su embajada en Damasco fue bombardeada el domingo con fuego de mortero procedente de la zona controlada por las fuerzas antigubernamentales, un ataque que no causó víctimas.

"Condenamos con firmeza el bombardeo criminal de la misión diplomática de Rusia en Damasco", declaró el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.

"Esperamos un claro pronunciamiento por parte de la comunidad internacional acerca de este acto terrorista", manifestó.