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"La llegada a Röszke fue desoladora, un espectáculo dantesco para el que no estábamos preparadas"

Carmela Fernández y Alba Otero en la estación de Keleti, en Hungría.

La realizadora Carmela Fernández y la antropóloga Alba Otero viajaron a Hungría en los días en los que la estación de Keleti era el foco mediático de la huida de los refugiados sirios: "Nos fuimos a lo loco y con lo puesto. Tardamos tres días en irnos desde que Alba me lo propuso", comenta la realizadora compostelana. Carmela y Alba iniciaron así el proyecto "Asylum Seekers-On", abriendo un canal de Youtube y una página de Facebook en los que retransmiten su visión desde el ojo del huracán migratorio con pequeñas piezas audiovisuales que en un futuro integrarán un documental sobre los fenómenos migratorios.

La antropóloga grovense Alba Otero describe la llegada a Hungría: "Al llegar tomamos un café en la estación de Keleti. Ya no había tanto flujo de migrantes, pero algunos de ellos comenzaron a contarnos sus historias de vida, explicándonos cómo había sido el camino, el trato inhumano en muchos lugares como Grecia, los viajes en cayucos o las estancias en islas sin acceso a agua y sin nada. Fue muy sorprendente porque empezamos a ponerles caras y nombres y a ver que algunos hablaban inglés perfectamente, con una vestimenta y un comportamiento muy occidentales que no nos esperábamos encontrar.

Días después, Alba y Carmela llegaron a Röszke, localidad situada en la frontera serbio-húngara y campamento de refugiados improvisado en los días previos a la expulsión de los migrantes de Hungría: "La noche de la llegada a la frontera entre Serbia y Hungría fue desoladora, muy dura. Llovía muchísimo y todo estaba embarrado. Era un espectáculo dantesco, la gente se caía, se despeñaba, los policías obstaculizaban el paso. Allí, cada minuto pasan cosas terribles, pero también maravillosas como la solidaridad y la generosidad que vivimos. Es como una ciudad con clases sociales, desde el que está destrozado sin dinero hasta el abogado de aspecto occidental acomodado."

En relación a la presencia de mafias que transportan a refugiados a cambio de dinero, comentan: "Una de las traficantes nos atacó mientras grabábamos. Lo curioso es que muchos son campesinos de la zona que se aprovechan de la situación. Los migrantes saben dónde buscarlos porque están muy comunicados por Whatsapp y Facebook con sus smartphones. Se van contando a dónde ir o dónde conseguir transporte hacia Suecia y Alemania, hablando incluso de 'mamá Merkel'".

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