El Parlamento Europeo (PE) respaldó hoy por procedimiento de urgencia y por amplia mayoría el reparto de 120.000 demandantes de asilo propuesto por la Comisión Europea (CE), un paso que despeja el camino para que los Veintiocho tomen ya una decisión en la cumbre de líderes del día 23.

La votación de la Eurocámara, propuesta ayer por su propio presidente, Martin Schulz, aumenta la presión sobre el Consejo de la UE, donde los países del Este se resisten a aceptar las cuotas obligatorias que quiere Bruselas para trasladar a los demandantes de asilo desde Hungría, Grecia e Italia hasta otros estados miembros.

Los países habían argumentado, entre otras cosas, que no se podía avanzar en el proceso de aprobación de la medida hasta que no se pronunciase el PE.

"El camino queda ahora despejado para que el Consejo adopte nuestra propuesta", recalcó la CE en un comunicado emitido tras la votación en el PE.

"Urgimos a los estados miembros a que tomen las decisiones necesarias en el Consejo extraordinario de ministros europeos de Interior del 22 de septiembre", añadió.

El próximo martes será la primera ocasión para los países para tomar una decisión y la segunda al día siguiente, dado que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocó hoy una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la UE para discutir cómo gestionar la crisis de refugiados.

El político polaco ya adelantó el lunes que hoy informaría de si convocaba o no una cumbre, después de que Alemania y Austria abogaran por tratar la crisis de refugiados al más alto nivel.

La resolución de respaldo de la Eurocámara a la propuesta de la CE fue aprobada por el pleno del PE por 372 votos a favor, 124 en contra y 52 abstenciones.

Antes del voto, el vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, dijo "estar muy agradecido al PE por entender la urgencia de la situación".

"Ahora el Consejo debe actuar. Es un imperativo humanitario. No se trata de abrir todas las fronteras, pero no podemos olvidar quiénes somos ni nuestros valores. No podemos mirar hacia otro lado con las personas perseguidas que huyen de una situación de guerra", añadió la mano derecha del presidente, Jean-Claude Juncker.

Manfred Weber, el presidente del primer grupo de la Eurocámara en número de escaños, el Partido Popular Europeo, a cuya familia política pertenecen buena parte de los jefes de Gobierno del Consejo, incluido el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, llamó al orden a los líderes europeos para aprobar la propuesta de reubicación.

"Es una obligación moral dar este paso para ayudar a los que huyen de la guerra en busca de los valores europeos", apuntó Weber con la voluntad de dejar clara su postura opuesta a los euroescépticos, los únicos que votaron en contra de la resolución.

En la misma línea se pronunciaron los socialdemócratas europeos (S&D), los liberales (ALDE), Verdes y la Izquierda Unitaria (GUE/NGL).

El líder del S&D, Gianni Pittella, aprovechó su intervención antes del voto para honrar a "los ciudadanos y ONGs que están haciendo gala de gran solidaridad de forma desinteresada con los refugiados que llegan a Europa".

El mecanismo obligatorio propuesto por la CE, que volverán a discutir los ministros europeos de Interior el martes tras no obtener consenso el pasado lunes, distribuirá a los solicitantes de asilo entre los Estados miembros en función de cuatro criterios: la población, el PIB, el desempleo y la media de solicitudes de asilo recibidas entre 2010 y 2014.

Los estados miembros participantes en el sistema recibirán 6.000 euros por persona reubicada, con una tasa de prefinanciación del 50%, para permitir a las autoridades nacionales actuar con rapidez.

Además, los países desde los que serán trasladados los solicitantes de asilo obtendrán 500 euros por persona para cubrir los gastos de transporte, todo ello según la propuesta de la CE.

Antes de aprobarse la resolución en el pleno, Schulz anunció que enviará una carta al primer ministro de Luxemburgo (país que ejerce la presidencia turno de la UE), Xavier Bettel, pidiendo en nombre de la Cámara el desbloqueo inmediato de los fondos comunitarios comprometidos para asistir a los países que acogen al grueso de los refugiados sirios (Líbano, Turquía y Jordania).

La UE se enfrenta a un momento crítico en el que se juega su credibilidad internacional.

Entre los Estados miembros que rechazan abiertamente el sistema de cuotas propuesto por la Comisión, figuran Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía.