El presidente francés, el socialista François Hollande, terció ayer en la crisis de los refugiados con un doble anuncio. Francia prepara bombardeos contra el Estado Islámico (EI) en Siria y acogerá en los próximos dos años a 24.000 de los 120.000 refugiados que pretende recolocar la Comisión Europea (CE). De esta manera, Francia será la segunda potencia europea que más cartas de asilo conceda, tras las 31.500 que se asignarán a Alemania y por delante de las 15.000 que se propondrán a España. En lo que va de año, más de 350.000 refugiados, en su mayoría sirios, iraquíes y afganos, han entrado en la UE por Grecia e Italia.

Estas cifras se incluirán en la propuesta oficial que mañana, miércoles, hará la CE a los países miembros de la UE. Los contingentes citados se compondrán de refugiados escogidos entre los que se agolpan en Grecia, Italia y Hungría y por tanto serán independientes de las solicitudes directas de asilo que reciban los diferentes países. Igualmente serán independientes de los 40.000 incluidos en una anterior propuesta de la CE, que todavía se encuentran en fase de asignación y de los que España ya ha aceptado 2.739, aunque ha prometido elevar el número.

En cuanto a los bombardeos -Francia ya participa junto a la coalición encabezada por EE UU en los que se hacen sobre Irak-, Hollande explicó que las fuerzas aéreas francesas iniciarán de inmediato vuelos de reconocimiento para preparar los ataques, que ya están siendo efectuados por Estados Unidos. El presidente galo descartó además una intervención de tropas terrestres y propuso la celebración en París de una conferencia internacional sobre refugiados.

En Londres, el primer ministro británico, David Cameron, anunció ante la Cámara de los Comunes que el Reino Unido acogerá un total de 20.000 refugiados de modo escalonado hasta el año 2020. Estas personas provendrán de campos de refugiados situados en las inmediaciones de Siria (Turquía, Jordania, Líbano), por lo que no incluirán a quienes, como en la actual avalancha migratoria, lleguen a Europa por sus propios medios. Londres, que no forma parte del espacio Schengen, tiene sus propios márgenes de maniobra y, además, se opone al sistema de cuotas preconizado por la CE, Alemania y Francia.

También se oponen al sistema de cuotas Chequia y Eslovaquia, estados que defienden que cada país establezca de forma voluntaria el número de refugiados que está dispuesto a admitir. "Vamos a intentar convencer a nuestros socios europeos de que no haya ningún mecanismo permanente y obligatorio para la distribución de refugiados", afirmó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, tras reunirse con sus homólogos austriaco y eslovaco. Según los planes de la CE, Chequia tendría que aceptar a 2.287 personas, pero sólo está dispuesta a recibir a unas doscientas. En cuanto a Eslovaquia, le corresponderían 1.502 personas.

A este respecto, el presidente eslovaco, Andrej Kiska, ha instado al Gobierno de su país a mostrar más "solidaridad". Sin embargo, el primer ministro, Robert Fico, abogó por emplear el Ejército, si fuera necesario, para fortalecer la vigilancia de las fronteras exteriores de la UE.

El sistema de cuotas recibió ayer el apoyo explícito de Suecia, quien para conseguirlo propuso la reforma de la normativa de Dublín, que es la que regula la acogida de refugiados en la UE.