El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, afirmó ayer en una conferencia de prensa que Alemania "no está cuestionando a cuántos refugiados puede permitirse dar refugio", sino cómo puede hacer "que las nuevas llegadas logren sentirse seguras finalmente". "No pienso en números, solo en la seguridad de los refugiados en esta ciudad del sureste de Alemania (en referencia a Múnich) que se ha convertido en una puerta de entrada para las personas que llegan a través de Austria desde Hungría", ha declarado Reiter. Múnich espera recibir unos 10.000 refugiados solo este fin de semana. Una multitud ha recibido con entusiasmo a las nuevas llegadas de refugiados a los que han repartido juguetes y chocolate. Además, han recibido asistencia médica en hospitales de campaña.