El ministro británico de Economía, George Osborne, presentó ayer el primer proyecto de presupuesto plenamente "tory" desde 1996. La victoria por mayoría absoluta de los conservadores de David Cameron el 7 de mayo les permite plantear unas cuentas para 2015-2016 que incluyen recortes en beneficios sociales por valor de 12.000 millones de libras (16.800 millones de euros) para los próximos tres años.

A cambio, Osborne propone una bajada del impuesto de sociedades al 18% en 2020, desde el 20% actual, y una subida gradual del salario mínimo profesional, que llegaría a las 9 libras (12,5 euros) a la hora en ese mismo año desde las actuales 6,5 (9 euros). El objetivo es eliminar el déficit en 2020. La estrategia, reducir el gasto público a costa de las prestaciones sociales. El plan para los próximos cinco años es que el Reino Unido pase de ser "una economía de salarios bajos, impuestos altos y muchas ayudas sociales a un país con sueldos altos, impuestos bajos y menos ayudas", dijo Osborne.

Algunos de los recortes que el ministro plantea traerán cola; así, la eliminación de la ayuda de vivienda para menores de 21 años y la transformación en préstamo de la beca de manutención otorgada a los universitarios sin recursos.

Además, se rebajará de 26.000 a 23.000 libras anuales (de 36.400 a 32.200 euros) en Londres la cantidad máxima que una familia puede pedir en ayudas estatales, mientras que las personas en vivienda social con ciertos ingresos deberán pagar un alquiler a precio de mercado.

Gracias a una mayor recaudación de impuestos en 2014, Osborne ha distribuido en tres años, en vez de dos, esos primeros recortes, que en toda la legislatura ascenderá a 37.000 millones de libras (unos 51.800 millones de euros).

Al presentar el proyecto de presupuesto ante la Cámara de los Comunes, el Ministro no dudó en presentar a los "tories" como "el partido de la clase trabajadora". Y para justificar los recortes sociales -a los que en otoño seguirá el ajuste presupuestario en los ministerios- y su objetivo de eliminar el déficit, Osborne acudió a la crisis de Grecia.

"Gran Bretaña aún gasta demasiado y pide prestado demasiado", dijo Osborne. "Sólo tienen que ver la crisis que se desarrolla en Grecia ahora mismo para darse cuenta que si un país no tiene control de su endeudamiento, el endeudamiento toma el control del país".

Los nuevos presupuestos prevén un crecimiento algo menor de la economía en 2015, cuando la expansión del PIB sería del 2,4%, frente al 2,5% previsto en marzo. No obstante, Osborne subrayó en su intervención que aún así el ritmo de crecimiento de Reino Unido "es mayor que el de Estados Unidos, más que el de Alemania y el doble de veloz que el de Francia". En cuanto a 2016, el Gobierno británico espera que el crecimiento sea del 2,3%.

En su respuesta, la líder laborista, Harriet Harman, criticó que los conservadores se presenten desde las elecciones como la formación de "la gente trabajadora", cuando quieren apuntalar la economía "a expensas de que la gente vaya a peor".