El primer ministro británico, David Cameron, reelegido este mes para el cargo por mayoría absoluta, hizo oficiales ayer sus prioridades para el nuevo curso legislativo, a las que, como manda la tradición, puso voz Isabel II en el discurso de la Reina que abre la legislatura.

Entre otros asuntos, la soberana dio rango al proyecto del "premier" conservador de convocar un referéndum, antes de que concluya 2017, sobre la permanencia del Reino Unido en la UE.

Cameron emprende hoy una gira por Europa para tratar con los líderes de Holanda, Francia, Polonia y Alemania su propuesta de reformas para la Unión, que, de ser aceptada, constituiría una de las dos opciones que se le darían el votante en el plebiscito.

El primer ministro pretende poner trabas a la libre circulación de ciudadanos comunitarios en su país, uno de los pilares de la UE, por lo que las negociaciones se prevén muy complicadas.

Pero, entre tanto, en suelo británico, la Reina oficializó ayer ésta y las otras prioridades del jefe de Gobierno en el acto de apertura formal del Parlamento.

Acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, y el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, Isabel II mencionó en pocos minutos los principales objetivos del Gobierno, que incluyen 26 proyectos de ley ya adelantados por Cameron.

De esos proyectos legislativos, es el del referéndum el primero que será introducido -hoy mismo- en la Cámara de Westminster para su tramitación.

Pero en el abultado paquete legislativo que los "tories" se proponen sacar adelante, figura también el proyecto para combatir el radicalismo, ante la preocupación de los servicios secretos por el aumento de jóvenes musulmanes británicos que viajan a Siria para unirse a las filas del Estado Islámico (EI).

Como también el plan destinado a disminuir la inmigración ilegal, con la concesión de poderes a la Policía para que pueda confiscar los salarios de los indocumentados.