La "cumbre de la reconciliación" comenzó hoy en la ciudad de Panamá con la presencia por primera vez en el proceso de Cumbres de las Américas de todos los países del continente tras el histórico reencuentro de los presidentes de Estados Unidos y Cuba.

La VII Cumbre de las Américas, que será recordada como la "cumbre de la reconciliación", empezó oficialmente este viernes con el discurso de apertura del presidente panameño, Juan Carlos Varela.

Pero el verdadero inicio de la reunión de 34 jefes de Estado del continente americano (la presidenta chilena, Michelle Bachelet, no acudió por las devastadoras inundaciones en su país) se produjo poco antes cuando los presidentes estadounidense, Barack Obama, y cubano, Raúl Castro, se estrecharon la mano.

El histórico momento entre Obama y Castro sucedió ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, cuando los dos presidentes "coincidieron" antes de entrar en el teatro Anayansi de la capital panameña, donde se desarrolló la ceremonia de apertura de la Cumbre de las Américas.

El encuentro fue breve pero "histórico", recalcaron tanto Varela como Ban y el secretario general saliente de la Organización de Estados Americanos (OEA), José María Insulza, quienes hablaron en la ceremonia. La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Bernadette Meehan, explicó que el encuentro que mantuvieron Obama y Raúl Castro no fue una "conversación sustancial", aunque el gesto sin duda tiene un simbolismo histórico.

En cualquier caso, hoy también se supo que Obama y Castro conversaron el jueves por teléfono antes de la Cumbre. Rhodes precisó que la llamada estuvo centrada en revisar el proceso para la histórica normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales anunciado en diciembre pasado.

Esa fue la segunda conversación telefónica entre Obama y Castro tras la que ambos mantuvieron el pasado 16 de diciembre, un día antes del anuncio sobre el acercamiento bilateral.

Juan Carlos Varela honró en su discurso "el coraje y la voluntad de los jefes de Estado y de los Gobiernos que han dejado a un lado sus diferencias históricas en búsqueda de acercamientos que traerán mejores días para sus pueblos y nuestro continente".

Insulza, que se despide de la dirección de la OEA tras 10 años en el cargo, declaró entre un sonoro aplauso de los delegados presentes que "es la primera vez en la historia de las Américas que se reúnen en torno a la misma mesa los jefes de Estado y Gobierno de las 35 naciones" del continente.

Y el secretario general de la ONU también hizo hincapié en el mismo punto antes de señalar que "la presencia de los presidentes Obama y Castro en esta oportunidad representa un deseo finalmente cumplido por muchos en la región".

El apretón de manos de hoy entre Obama y Castro ha sido un breve anticipo público del encuentro bilateral privado que mantendrán este sábado los dos líderes, y se produce sólo cuatro meses después de que ambos anunciaran de forma simultánea un acuerdo para el restablecimiento de relaciones diplomáticas.

"Anticipamos que (Obama y Castro) tendrán un diálogo mañana [por hoy] en el marco de la Cumbre", explicó el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, quien aclaró que no se trata de un encuentro formal del que aún no se sabe ni la hora, ni los temas que abordarán.

La reconciliación entre los dos acérrimos enemigos de la Guerra Fría está oscureciendo de momento el creciente enfrentamiento que mantienen Washington y Caracas, que arreció cuando el mes pasado Obama decidió imponer sanciones económicas al régimen de Nicolás Maduro.

El presidente venezolano afirmó hoy al llegar a Panamá que "no es tiempo de imperialismos, de amenazas. Es tiempo de paz, de cooperación".

Luego se dirigió al popular barrio de El Chorrillo, en la capital panameña, donde depositó una ofrenda floral en el Monumento a los Caídos de la invasión estadounidense del 20 de diciembre de 1989, que aquella navidad fue incendiado casi en su totalidad a consecuencias del bombardeo estadounidense y unas 20.000 personas perdieron sus residencias.

En el acto, Maduro aseguró que instará personalmente a Obama a que pida disculpas e indemnice a las víctimas de esa invasión, que a su juicio fue una "masacre".

Antes de la ceremonia de apertura de la Cumbre, Maduro fue recibido por un sonoro cacerolazo en los alrededores del centro de convenciones Atlapa, promovido por muchos vecinos del complejo que gritaban "Fuera Maduro" y agitaban banderas venezolanas, según pudo comprobar Efe.

El presidente venezolano también anunció que el domingo los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) sostendrán una reunión en la que propondrá que los programas de ayuda social y sanitaria como Misión Milagro puedan llegar a El Chorrillo.

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, pidió "no dejar solos a Cuba y Venezuela" y acusó a EE.UU. de querer "derrocar a Maduro por decreto" porque no puede hacerlo a través de un golpe de Estado, y señaló que no "desea" reunirse con Obama.

También reivindicó la salida al mar para Bolivia, mientras varios grupos de indígenas bolivianos y panameños coreaban "¡Mar para Bolivia!" y "¡Vivan los pueblos originarios de América!".

Por otro lado, Obama junto a los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; México, Enrique Peña Nieto; y Panamá, Juan Carlos Varela, participaron en la ceremonia de clausura del foro empresarial con un claro y firme llamamiento a aumentar las inversiones en tecnología.

En ese mismo foro, los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; de Guatemala, Otto Pérez Molina; y de Honduras, Juan Orlando Hernández, expusieron las ventajas y desafíos que representa la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte para el desarrollo de las Américas.

Además, medio centenar de indígenas, que participaron en la V Cumbre Abya Yala, protestaron hoy en las calles de la capital panameña porque se sienten "apartados" y "olvidados" por la agenda oficial de la VII Cumbre de las Américas.