Ataque de signo yihadista en el país donde empezó la "primavera árabe"

Uno de los terroristas abatidos se unió al Estado Islámico en Irak, según su padre

Procedía de la región de Kasserine, fronteriza con Argelia, feudo de células de Al Qaeda en el Magreb y del EI -La zona registra un fuerte repunte de la actividad islamista

Un herido es evacuado del Museo del Bardo después del atentado de ayer en Túnez. // Efe

Un herido es evacuado del Museo del Bardo después del atentado de ayer en Túnez. // Efe

AGENCIAS

Fuentes de los servicios de seguridad de Túnez identificaron a los dos terroristas muertos durante el asalto de ayer como Yaber Jachnawi, originario de la región de Kaserín, en el suroeste, y Yasín Labidi, del barrio capitalino Ibn Jaldún. El padre de Jachnawi reconoció que su hijo, al que consideraba desaparecido, le había telefoneado desde Irak hace tres meses donde se había unido al Estado Islámico (EI).

El atentado no ha sido aún reivindicado por ningún grupo, pero el analista Sergio Altuna, investigador sobre movimientos yihadistas e islam político en el Magreb y colaborador del Instituto de Seguridad Global, apunta a la Brigada Okba bin Nafa o a Ansar al Sharia como probables autores del atentado de este miércoles. "Que fuese un tercero me resultaría muy extraño", dijo a Europa Press.

A su juicio, "este atentado terrorista con toma de rehenes no ha cogido por sorpresa" y asegura que "era algo esperado". "Otra cosa es que los focos se hayan trasladado a la zona de Siria en los que la violencia es más patente", pero recordó que "los movimientos yihadistas en Túnez han estado presentes a lo largo de los últimos cuatro años durante la transición".

Envío de combatientes

Apunta a que "la brutal represión" del régimen de Ben Ali durante 23 años sobre los grupos salafistas o rigoristas "ha radicalizado mucho a la gente" y destaca que el yihadismo en Túnez es una realidad como lo acreditan los 3.000 combatientes que ha exportado en los últimos años a zonas de conflicto como Siria e Irak. "Seguramente sea el país que más ha exportado".

Altuna -que lleva cinco años viviendo en la zona- se refirió especialmente a dos grupos. El primero de ellos es la Brigada Okba bin Nafa, un grupo activo desde 2012 que "tras un impass" se declaró fiel a la marca de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) justo cuando muchas voces esperaban su alineamiento con el Estado Islámico.

Por otra parte habla de Ansar al Sharia, organización dedicada a actividades caritativas y de proselitismo, pero al mismo tiempo a acciones terroristas como el envío de combatientes al extranjero. De hecho, en el pasado crearon el Grupo Combatiente Tunecino que luchó en Afganistán cosechando éxitos militares contra la Alianza del Norte.

A juicio de este experto, este atentado puede tener como objetivo "hacer descarrilar la frágil transición tunecina, que sigue en marcha, pero que no por haber organizado unas elecciones libres no va a dejar de tener altibajos". Apunta a que otro fin puede ser el de frenar la salida de combatientes yihadistas al extranjero y al mismo tiempo "polarizar una sociedad divida entre laicismo y tradición religiosa".

Túnez ha sido escenario en las últimas semanas de un repunte de la actividad yihadista en la región de Kasserine, en la frontera oeste con Argelia, zona montañosa que utilizan como bastión radicales locales y también otros procedentes del país vecino y otros estados de la zona como Malí, Marruecos o Mauritania.

Desde 2012, decenas de guardias nacionales tunecinos han muerto o han resultado heridos en combates o causa de atentados y emboscadas islamistas en Mont Chambi, escenario el pasado julio del peor ataque islamista sufrido por las fuerzas tunecinas, que causó 15 muertos.

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