Ucrania celebró ayer unas elecciones presidenciales cuyo resultado fue aceptado por todos los candidatos, y por los Estados Unidos, aún antes de que se hiciera público ni un solo dato oficial. El magnate Petro Poroshenko, conocido popularmente como "el rey del chocolate", proclamó su victoria por mayoría absoluta en torno a las ocho de la tarde, basándose en los sondeos a pie de urna.

Lo llamativo fue que su victoria, que evita una segunda vuelta muy temida por las autoridades de Kiev, fue aceptada de inmediato por el ministro del Interior, Arsen Avakov, quien anunció la reanudación de la operación antiterrorista contra los insurgentes prorrusos del sureste. "Las elecciones han concluido. No han logrado sabotearlas. Hemos ganado. Ahora defenderemos el resultado", dijo Avakov.

Poco después, y sin conocerse todavía ningún dato oficial, la principal rival de Poroshenko, la exprimera ministra Yulia Timoshenko, aceptó su derrota e insistió en solicitar la convocatoria de un referéndum sobre el ingreso en la OTAN. "Éstas han sido unas elecciones justas y limpias. Posiblemente, no hayamos visto unas elecciones como éstas en 23 años de independencia", dijo Timoshenko en sus primeras declaraciones tras cerrar los colegios.

Una hora más tarde, la Comisión Electoral Central anunció que la participación en las elecciones se situó en un 60,04 por ciento, pese al lastre que supuso la abstención en las regiones separatistas del Este. A las tres de la tarde, la participación en la provincia secesionista de Donetsk era del 9,11%, mientras que en el oeste del país superaba ligeramente el 50%.

Senda europea

En la proclamación de su victoria, Poroshenko anunció que seguirá por la senda europea. "Todos los sondeos muestran que la elección ha sido completada en una sola vuelta y que el país tiene un nuevo presidente", declaró el multimillonario, de 48 años, que ya fue ministro con el depuesto presidente prorruso Viktor Yanukovich.

Desde su cuartel general de campaña, Poroshenko declaró ante sus partidarios que la mayoría de los ucranianos le han dado un mandato para continuar por la senda de la integración con el resto de Europa, pero dejó claro que su primera prioridad será viajar al Este prorruso del país para acabar con "la guerra y el caos" provocado por los rebeldes independentistas de Donetsk y Lugansk, que el sábado proclamaron la república independiente de Novorrosía (Nueva Rusia).

Poroshenko aseguró que no negociará con los separatistas hasta que no depongan las armas. Asimismo, manifestó que nunca reconocerá "la ocupación de Crimea" por Rusia. Al ser preguntado por las relaciones con Moscú, dijo que "la soberanía e integridad territorial" de Ucrania son primordiales para él. Por otra parte, abogó por la celebración de elecciones parlamentarias este mismo año.